El Centro Pompidou explora el arte de Roy Lichtenstein con la primera retrospectiva que se organiza en Francia de este gran maestro del pop estadounidense, presentado como uno de los primeros artistas posmodernos. La muestra reúne más de un centenar de obras, muchas de ellas nunca antes vistas en el país galo.

Redacción Canal Patrimonio

Expo Arte Pop Linchtenstein- Pompidou- EFE- 03072013

Tras su paso por Chicago, Washington y Londres, la muestra llega a la capital parisina con la intención de conducir al visitante “más allá del pop”, hasta descubrir a uno de los primeros artistas posmodernos, dada su relectura de los movimientos de vanguardia. Para ello, la exposición reúne más de un centenar de obras, con una escenografía muy particular, que imagina lo que pudo ser el taller de Lichtenstein.

Así, hasta el 4 de noviembre, el visitante podrá  redescubrir a Lichtenstein,  mundialmente célebre por sus gigantescas viñetas de cómic. Obras con las que se alejó desde los años sesenta del expresionismo abstracto dominante, para enfocar su talento en la cultura popular y en los más nimios objetos cotidianos, como un simple envoltorio de chicle.

Acusado inicialmente por ciertos críticos de ser un simple “copista”, considerado posteriormente como uno de los más grandes artistas de su tiempo, Lichtenstein fue también un gran estudioso de la historia del arte y de sus maestros y tendencias, que inspiraron muchas de sus obras en la segunda mitad de su vida. Monet, Mondrian, Brancusi, Léger y Matisse influyeron visiblemente en la carrera de este artista que “entabló muy pronto un diálogo con Picasso, ya desde principios de los años sesenta, cuando hacia sus primeras viñetas”, destaca la comisaria, Camille Morineau.

Creador de un nuevo estilo
Revelar esa faceta de su arte, que al igual que su interés por la escultura, la cerámica, la estampa y el grabado, es poco conocida, forma parte de los objetivos de esta exposición distribuida en diez salas. En la primera de ellas cuelga “Look Mickey” (1961), obra pintada “un poco por casualidad”, en un momento en el que Lichtenstein quería diferenciarse más claramente del expresionismo abstracto “e inventar un nuevo estilo”, resalta Morineau. “Para nosotros parece bastante simple y evidente”, pero en su época, en la década de los años sesenta, era una verdadera novedad”, añade. Incluso “para él mismo fue una sorpresa” y la fuerza de su hallazgo fue tal que decidió seguir por esa vía y destruir sus telas precedentes, explica la comisaria, que coloca esa primera viñeta a la entrada de la exposición, junto al también célebre retrato del presidente estadounidense George Washington (1962), ya también en versión cómic, estilo que se convertiría en su firma.

Diálogo con los grandes maestros
De esas primeras obras icónicas inspiradas en la cultura popular de los años sesenta, los grandes momentos de la trayectoria de Lichtenstein conducen a sus diálogos con grandes maestros de la pintura y a los paisajes, desnudos y bodegones de los últimos años de su vida. Tres géneros tradicionales, pero por supuesto trabajados a la manera Lichtenstein, con su técnica de imprenta que utilizaba el pincel para dibujar líneas gruesas en los contornos y puntos para obtener tonos y sombras. Hasta sus últimos y leves paisajes, inspirados en los pintados durante la dinastía china de los Song (entre los siglos X y XII), reunidos en la sala X bajo el título “El Zen versión impresa”, tienen su huella pop.

IMAGEN: Fotografía facilitada por el Centro Pompidou de París de la obra “Look Mickey” (1961) de Roy Lichtenstein, que forma parte de la retrospectiva de este gran maestro del pop estadounidense. EFE