Reportajes en color sobre esquí en los Alpes o vacaciones en la playa de Biarritz, y retratos de Pablo Picasso, Ava Gardner o Ingrid Bergman no pueden competir con el trabajo en blanco y negro en la guerra que hizo famoso al fotógrafo Robert Capa, pero reivindican ahora su relevancia en Nueva York.

Canal Patrimonio

ExpoCapa
“Capa in Color” (Capa en color), que se expone desde mañana hasta el 4 de mayo en el Centro Internacional de Fotografía de Nueva York, reúne más de cien imágenes de este territorio ignoto en el corpus creativo del fotógrafo. Entre ellas también hay fotos de trinchera, pero sobre todo sorprende cómo el fotógrafo que comenzó a destacar en la Guerra Civil española se mueve entre los mundos del asueto y el glamour bajo encargos de revistas como “Holiday”, “Illustrated” o “Collier’s”.

“Se entregó a esta tarea de la misma manera que lo hacía en la guerra. Estaba contento de esos trabajos, disfrutó los viajes… otra cosa es que después de seis o siete años, cuando cumplió 40 años, se replanteara hacia dónde quería llevar su trayectoria”, explica la comisaria de la exposición, Cynthia Young. El peso histórico de sus otros trabajos, así como la fragilidad de esos primeros negativos en color, han hecho que las fotografías que ahora se exhiben tras una minuciosa restauración e investigación tengan un valor casi de trabajos inéditos y que representan “la apuesta de Capa por el color en un mundo, el del fotoperiodismo, dominado por el blanco y negro”, según Young.

Fotoperiodista comprometido con las nuevas tecnologías

“Estas fotografías demuestran su tenacidad como fotoperiodista y también su compromiso con las nuevas tecnologías”, prosigue la comisaria. La experimentación de Capa con el color empezó ya en 1938, cuando pidió que le enviaran para su cobertura de la segunda guerra chino-japonesa doce carretes de Kodachrome e instrucciones sobre cómo usarlos. Esta nueva técnica “le requirió abrirse a una nueva disciplina, pero también a nuevas oportunidades”, en palabras de Young.

Temática de las imágenes:

“Capa in Color” comienza con fotos de la Segunda Guerra Mundial, pero pronto queda dominada por un lado mucho más amable. Fotografías de estilo de vida en estaciones de esquí (su deporte favorito) en Austria, Suiza y Francia; carreras de caballos en el hipódromo de Longchamp (París) o escenas de playa en Biarritz y Dauville. Entre las celebridades que pasaron por su objetivo, destaca Pablo Picasso. Fue a su casa de Vallauris, en Francia, para hacer un reportaje sobre sus trabajos en cerámica, pero el genial artista decidió que no le enseñaría ninguna de sus obras. A cambio, le dio acceso a su rutina familiar en las playas de la Provenza. Aunque la imagen más famosa de esa sesión era en blanco y negro (aquella en la que Picasso protege con una sombrilla a su entonces pareja, Françoise Gillot), Capa realizó también unos retratos en color que no gustaron a la revista y que el Centro Internacional de Fotografía de Nueva York ha recuperado.

“Cuando las revistas no querían color él apostó por ello y también animó a sus compañeros de Magnum a utilizarlo”, aseguró la comisaria de la exposición, en la que también se pueden ver imágenes de su viaje a su Budapest natal, que le llevó no solo a fotografiar sino a escribir el reportaje, o su paso por la Unión Soviética como fotógrafo para un texto del ganador del Nobel de Literatura John Steinbeck.

Como fotógrafo para el mundo del espectáculo, retrató escenas de los rodajes de “La condesa descalza”, con Ava Gardner y Humphrey Bogart, así como obras maestras del cine italiano como “Viaggio in Italia”, de Rossellini, con Ingrid Bergman, o “Bellissima”, de Visconti, con Anna Magnani. Sin embargo, en 1953 decidió que ya era hora de “volver al trabajo real cuanto antes”. “No sé a qué ni adónde, pero la época de películas se ha acabado”, escribió en una de sus cartas. Y así, Capa fue a la guerra colonial de Indochina, donde también hizo algunas de sus más hermosas instantáneas en color y donde el 25 de mayo de 1954 murió tras pisar una mina antipersonas.

IMAGEN: Una visitante observa una de las obras que componen la muestra “Los rostros de la historia” del fotográfo Robert Capa. EFE/Archivo