Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) trabajan en la restauración de ocho pinturas en tabla y dos telas al óleo que forman parte del retablo mayor del Templo de San Bernardino de Siena, en Xochimilco —uno de los pocos existentes del siglo XVI en México, según las fuentes históricas—, en el que se narran pasajes de la vida de la Virgen María y de Jesús.

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Las obras pictóricas del retablo mayor de Xochimilco, son estudiados y restaurados por especialistas del INAH. Foto Melitón Tapia INAH

La restauradora Cristina Noguera, de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) y responsable del proyecto, afirmó que se trata “del único retablo completo con influencia renacentista que hay en la capital del país”.

 Los pasajes que se aprecian en estas obras de gran formato son: La Anunciación, La adoración de los pastores, La adoración de los Reyes Magos, La Circuncisión del Niño Jesús, Pentecostés, La ResurrecciónLa Asunción de la Virgen y La Ascensión de Cristo, cuyas dimensiones oscilan entre los 2.75 m de alto x 1.75 m de ancho. A su vez, el par de lienzos tienen representaciones de Santa María Egipciaca y Santa María Magdalena.

Creadas hace más de cuatro siglos, según el avance de la investigación historiográfica y del material, las pinturas tienen una influencia europea, sin embargo, al paso del tiempo se modificaron de acuerdo con una intención claroscurista, “Se alteró la luz en los fondos, de un celeste claro, pasó a ser oscuro” comentó Noguera.

Un minucioso trabajo de restauración

En el proceso de restauración se tomaron fotografías de cada una de las pinturas por el anverso y el reverso, y se efectuó un registro general con luz visible y ultravioleta. Para complementar el estudio de imagen, se analizó la superficie pictórica con microscopia portátil, técnica que a su vez contribuyó a definir el área de estudio con otros métodos de análisis, como la caracterización elemental mediante fluorescencia de rayos X, y la toma de cortes transversales para su estudio con microscopios óptico y electrónico de barrido.

 La intervención de las tablas, detalló la restauradora Cristina Noguera, coordinadora de los trabajos, implica un largo proceso de investigación y análisis, además de que pocas veces se tiene la oportunidad de tener piezas tan antiguas y complejas en el taller. “El retablo principal del templo de San Bernardino de Siena aún mantiene una calidad pictórica maravillosa, a pesar de sus deterioros”, apuntó

El resultado del estudio será clave para conocer la historia de estos cuadros, la cual indica que se fueron adecuando a la época y al gusto de lo que se quería ver en ellos”, mencionó el restaurador Nathael Cano Baca, quien forma parte del equipo de especialistas que atiende las obras coloniales.

El retablo mayor fue hecho para fortalecer el culto católico a través de las imágenes del Templo de San Bernardino de Siena, en Xochimilco, una de las primeras construcciones franciscanas de la Nueva España, donde aún forma parte del ajuar litúrgico. Los trabajos de restauración se encuentran en su etapa final, y se prevé que las piezas puedan volver a su lugar de origen en el primer trimestre de este año.