El parisino Museo de Orsay expone hasta febrero “Masculin/Masculin”, una exposición que aúna pintura, escultura, fotografía y vídeo bajo una sola temática, el cuerpo masculino desnudo. La muestra congrega 180 piezas, repartidas en once espacios temáticos que recorren la representación del desnudo masculino desde 1800 hasta la actualidad.
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El conservador del Museo de Orsay Xavier Rey señala que la idea era recolocar “la problemática estética y cultural del hombre desnudo” que aparece aquí bajo muchas perspectivas, pero siempre observado desde un punto de vista fundamentalmente masculino. Ese protagonismo de la mirada masculina es explicado por Rey como una consecuencia natural de la dominación social por parte de los hombres a lo largo de los siglos. “La gran mayoría de artistas que representan a los hombres son hombres ellos mismos, así que vamos a ir desde el espejo narcisista del artista cara a cara consigo mismo, a una representación más masculina del deseo que puede aparecer en algunas de ellas”, aclara Rey, uno de los cinco comisarios de la muestra.
Así se observa una fuerte diferencia entre la representación clásica de San Sebastián a los ojos de Guido Reni y la mirada de Zoe Leonard, que nos muestra al hombre como objeto de deseo con “Pin-up nº1, Jennifer Miller como Marilyn Monroe”, donde se puede ver a un hombre posar desnudo sobre terciopelo rojo en una emulación con cierto humorismo de la actriz estadounidense.
La desnudez masculina formó parte de la formación pictórica entre los siglos XVII y XIX, “pese a que estemos acostumbrados a la representación frecuente y natural del desnudo femenino”, explica el museo. Por tanto, su aparente ausencia no quiere decir que el cuerpo del hombre “haya sido abandonado por los artistas”, sino que “no ha sido nunca considerado como tal”, aclara Rey, que considera que la muestra permite “comprender cómo se ha perpetuado, modificado y reinventado a lo largo del tiempo”.
Paralelismos artísticos
Para ello el recorrido propuesto, en lugar de ser cronológico, es temático, de modo que se puede observar en una misma sala dos obras a las que separan 200 años en su creación, pero cuya unión formal y temática es absoluta. “Hay cánones comunes como el neoclásico inspirado en la antigüedad, que se ha perpetuado hasta nuestros días”, aunque otros den la vuelta a los esquemas, como la revolución realista (segunda mitad del siglo XIX), que modificó completamente los códigos de representación para algunos artistas”, agrega Rey. En ese sentido apunta también a la influencia de unas artes en otras, como “la llegada de la fotografía”, una disciplina también muy presente en la muestra desde sus comienzos, como se ve en “Lucha de dos hombres desnudos” (1887) de Eadweard Muybridge.
Los amplísimos temas que se dan la mano en “Masculin/Masculin” van desde la realidad más cruel, como la enfermedad o la muerte, hasta “el desnudo filosófico”, pues, según explica Rey, el desnudo masculino se reinventa a finales del XIX con una “perspectiva más teórica y espiritual”, en “respuesta a la indiferencia de la naturaleza” como consecuencia de la revolución industrial.
IMÁGENES: Fotografías facilitadas por el Museo de Orsay del óleo sobre lienzo “Abel” (1874-1875) de Camille Félix Bellanger, de “Lucha de dos hombres desnudos” del fotógrafo Eadweard Muybridge, y ‘La mort d’Hyacinthe’, del francés Jean Broc, ‘David et Jonathan’ de los franceses Pierre and Gilles, and ‘Jason et Medee’, del también francés, Gustave Moreau, integradas en la muestra “Masculin/Masculin”, que hasta febrero estará abierta al público en el museo parisino, aunando pintura, escultura, fotografía y vídeo bajo una sola temática, el cuerpo masculino desnudo. EFE