La exposición de dibujos de Alenza: escenas, costumbres y peligros de Madrid se amplía hasta el próximo 1 de Septiembre.

Canal Patrimonio_Museo Lázaro Galdiano

Leonardo Alenza El zapatero leyendo El Eco del Comercio Hacia 1839 Acuarela sobre papel IM 4033

La exposición Dibujos de Alenza: escenas, costumbres y peligros de Madrid se compone de 30 obras, seleccionadas entre las más de trescientas que atesora esta institución, y es el resultado del estudio de la colección de dibujos de Alenza que fueron adquiridos por José Lázaro Galdiano. Este proyecto está comisariado por Juan Antonio Yeves, Jefe de la Biblioteca Lázaro Galdiano.

Se muestran dibujos originales y estampas realizadas a partir de dibujos de este pintor; los primeros inéditos en su mayor parte y las segundas conocidas por publicaciones del siglo XIX. En la investigación llevada a cabo, centrada en la obra gráfica de este artista, se han localizado dibujos previos o preparatorios en esta colección y en las existentes en la Biblioteca Nacional y en el Museo del Romanticismo, tanto de estos dibujos que ahora se muestran como de las estampas publicadas.

La importancia y el interés de estos dibujos reside en el artista, el más notable de los seguidores de Goya, y en las imágenes, en algún caso tan reflexivas y críticas como las del maestro y en otros costumbristas, como las que se dieron a conocer en la prensa ilustrada del Madrid decimonónico. Alenza supo plasmar con destreza y a veces con ironía todo lo que pasaba en la ciudad.

Leonardo Alenza La pesadilla del avaro hacia 1838. Dibujo a tinta china con pluma y aguada de tinta china y sepia con pincel sobre papel IB 11851-6

 El objetivo de esta exposición, que parte del estudio y catalogación de los dibujos de Alenza custodiados en la Biblioteca Lázaro Galdiano, es recordar la figura de Alenza y difundir este fondo casi desconocido, que forma parte de la serie que conservaba Micaela Bertrandi, madrastra del artista, en la segunda mitad del siglo XIX con más de mil setecientas cincuenta piezas en doce álbumes. 

José Lázaro Galdiano publicó dibujos de Alenza en una serie de postales editadas por él en 1902 y prestó algunos para una exposición colectiva organizada por la Sociedad Española de Amigos del Arte en Madrid en 1922. También se incluyó una parte en la Exposición de dibujos que tuvo lugar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, en 1959, con motivo de la concesión de la Medalla de Honor de la Academia a la Fundación Lázaro Galdiano en 1958. Más tarde, Enrique Pardo Canalís dio noticia de la presencia de los cinco álbumes de la colección en la revista Goya, en 1989, donde reproducía una pequeña parte y recordaba la vinculación del autor con Goya. Finalmente, estos dibujos fueron estudiados en la tesis doctoral sobre la vida y la obra de Leonardo Alenza de José Domingo Delgado Bedmar, en 1996, que permanece inédita.

Ha transcurrido más de un siglo desde aquella primera referencia a los dibujos sueltos de la colección y casi treinta años desde la noticia de la presencia de los álbumes. Ahora, con otro planteamiento, la Biblioteca Lázaro Galdiano quiere recordar la figura y la obra de Alenza con esta exposición, aunque en ella solo se muestre una sección muy reducida por estar la mayor parte en volúmenes encuadernados y solo queda visible una pieza de cada uno.

 RECORRIDO

La muestra se divide en tres partes, que se corresponden con las tres vitrinas, aunque cuenta con un prólogo, referente a la imagen de Alenza, que nos permite además recordar algún dato biográfico del artista. La primera vitrina está dedicada a Alenza y Goya; en la segunda, se muestran Escenas, costumbres y peligros de Madrid; y la tercera vitrina incluye Dibujos de Alenza en publicaciones ilustradas del siglo XIX.

Se amplía la exposición, hasta el 1 de Septiembre, presentando al pintor como uno de los mejores discípulos de Goya; sigue, en el capítulo central, mostrando su testimonio gráfico de la época y del Madrid que le tocó vivir; y, finalmente, concluye proclamando el papel que tuvo, muy señalado, en las publicaciones ilustradas madrileñas de la primera mitad del siglo XIX, especialmente, en el Semanario Pintoresco Español y en Los españoles pintados por sí mismos, sin olvidar una serie que conocen bien los aficionados a la obra gráfica, la que grabó Isidoro Rosell y publicó como Los caprichos de Alenza, aunque en realidad son estampas con tipos y escenas de costumbres.