La investigación financiada por la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte sobre el pecio romano Bou Ferrer, hundido frente a la costa de Villajoyosa (Alicante), ha permitido delimitar y fijar la construcción de esta nave en Nápoles.
Canal Patrimonio_EFE
El Bou Ferrer, descubierto en 1999, es la mayor nave romana en proceso de excavación del Mediterráneo y una de las mayores del antiguo imperio romano, con entre 27 y 30 metros de eslora y 8 de manga. Cuando naufragó transportaba entre 160 y 215 toneladas de ánforas (alrededor de 3.000) llenas de salsas para pescado, además de un cargamento secundario de lingotes de plomo, procedentes de las minas de Sierra Morena.
La intervención en el pecio Bou Ferrer se enmarca en el Plan de Arqueología Subacuática de la Comunitat Valenciana, cuyo objetivo es proteger y difundir el patrimonio arqueológico subacuático, así como fomentar su documentación, investigación y conservación, según un comunicado de la Generalitat. La Generalitat anunció que el pecio Bou Ferrer será declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de yacimiento arqueológico subacuático (el primer BIC de esta modalidad) para garantizar, de esa manera, su máxima protección.
Las investigaciones han permitido descubrir en el pecio “cabillas” de madera cónicas utilizadas con un refuerzo de clavos de hierro, colocadas desde el exterior del barco mediante el procedimiento denominado ‘a punta perdida’, es decir, sin atravesar por completo las cuadernas para unirlas al casco de la embarcación. Esta técnica ha sido localizada en el puerto de Neapolis (Nápoles).
IMAGEN: Varias piezas numeradas en los restos del Pecio “Bou-Ferrer”, en Villajoyosa (Alicante). EFE