El Peirón de San Miguel de Huesa del Común (Teruel) lleva desde el siglo XVIII en pie pero la cruz de término más alta de Aragón, con más de 7 metros de altura, corre peligro de venirse abajo, castigada por la humedad y “puede que ya sea tarde”, dice el alcalde, Jerónimo Gracia.

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Apuntalada desde el pasado mes de diciembre, e incluida recientemente en la lista roja de la Asociación para la Defensa del Patrimonio Cultural y Natural Hispania Nostra, por “su estado de ruina, total abandono y riesgo de derrumbe inminente”, los escasos vecinos de esta pequeña localidad de Teruel temen que el monolito dedicado a su patrón no resista más el paso del tiempo. “Sería una pena que se perdiera este símbolo del pueblo, que ha servido también para marcar el camino a muchos”, explica el primer edil la localidad. Con 70 vecinos censados, no más de una veintena han pasado el último invierno en el pueblo, viendo con temor cómo la humedad ha ido deteriorando el monolito.

La alerta pública la ha dado la asociación Hispania Nostra, que ha denunciado que este monolito “se encuentra en una situación muy grave, con su base socavada y hundida” y muestra además “una fuerte inclinación y sus ladrillos están erosionados”. El problema no es nuevo, recuerda el alcalde, y ya en 2006 se elaboró un proyecto de restauración que ascendía a 20.000 euros, pero no se llevó a cabo. Ahora “el coste será mayor porque habrá que reconstruir muchas partes”.

Sin restaurar desde 1912

La última actuación que se hizo para mantener el peirón en pie es, explica el regidor, de 1912, y desde entonces la lluvia ha sido su peor enemigo. Gracia lleva apenas un mes en el cargo de primer edil y ya ha acudido a buscar ayuda a la Diputación de Teruel, que envió hace unos días a un arquitecto para valorar el estado del monolito. Confía en que se actúe y cree que lo mejor sería desmontarla y reconstruirla con nuevos ladrillos pero “dejarla como es, con la base y el interior saneado”.

Los peirones son frecuentes en Aragón, con una doble funcionalidad, la de señalar el inicio o confluencia de caminos y la de expresar la devoción a un santo, San Miguel en este caso. La imagen del patrón de este peirón está descolorida, falta su mano derecha y tiene las alas fragmentadas como consecuencia del apedreamiento y agresiones de 1999, según denuncia la asociación. Para devolver este monumento barroco a su imagen original, explica Gracia, hay plantillas que facilitarían este trabajo, pero falta “dinero y voluntad”.

Junto a la reconstrucción, a Gracia le gustaría acondicionar la zona, a poco más de un kilómetro del pueblo, como un espacio de recreo, aprovechando sus dos fuentes. Un enclave que podrán aprovechar los dos únicos niños del pueblo, que cada día van en autobús a Montalbán para asistir al colegio. Tampoco disponen de tiendas en el pueblo en las que comprar y tienen que desplazarse a Muniesa o Utrillas, y para algo más específico a Zaragoza: “Aquí si no tienes coche estas perdido” resume el alcalde. “Estamos olvidados porque ¿quien se acuerda de 20 habitantes?” se pregunta.  EFE_Elisa Alegre.

IMAGEN: El Peirón de San Miguel de Huesa del Común (Teruel) lleva desde el siglo XVIII en pie pero la cruz de término más alta de Aragón, con más de 7 metros de altura, corre un serio peligro de venirse abajo, castigada por la humedad. EFE