El óleo de Francisco de Goya "Los duques de Osuna y sus hijos" junto a "La duquesa de Osuna con su hija y nieta" de Agustín Esteve

El Museo del Prado quiere reivindicar la figura del pintor español Agustín Esteve, discípulo de Goya y uno de los retratistas más importantes de la nobleza española en el transito de finales de XVIII al XIX, y lo hace a través del retrato de la niña Manuela Isidra Téllez-Girón, donado por Óscar Alzaga.

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El óleo de Francisco de Goya "Los duques de Osuna y sus hijos" junto a "La duquesa de Osuna con su hija y nieta" de Agustín Esteve
Un cuadro que el Museo del Prado ha podido adquirir recientemente con los fondos de la donación económica que hizo este expolitico, catedrático, abogado jubilado y coleccionista de arte, quien ha presentado hoy el lienzo junto a otros retratos que hizo Esteve de los IX duques de Osuna y de sus hijos. Además, esta exposición, que reúne 14 obras y que estará abierta hasta el 20 de junio, incluye los retratos que pintó Francisco de Goya sobre los mismos miembros de la familia de los Duques de Osuna y sus hijos. La muestra se presentan bajo el título “El desafío del blanco. Goya y Esteve, retratistas de la Casa de Osuna”.

El Retrato de Manuela Isidra Téllez-Girón, futura duquesa de Abrantes y pintado en 1797 por el valenciano Agustín Esteve, se suma así a las seis pinturas que el museo recibió el pasado mes de marzo, gracias también a la donación de Alzaga, y que se mostrarán en una exposición prevista para otoño. Así lo ha explicado el presidente del Patronato del Prado, José Antonio Pérez-Llorca, y el director adjunto de conservación Andrés Úbeda, quienes han agradecido a Alzaga esta importante donación. Pérez-Llorca ha calificado a Alzaga de “filántropo y amante del arte”. El retrato de la niña Manuela, que puede considerarse como “el mejor retrato conocido de Esteve y Marqués y el más singular de los retratos infantiles del arte español del siglo XVIII”, cuelga en el Prado porque esta institución así lo buscaba, porque no formaba parte de la colección de Alzaga, “un coleccionista de toda la vida de pintura antigua”, como el mismo ha dicho a la prensa. “Un coleccionista de segunda división -precisa-, porque ya sabemos que hay grandes coleccionista, grandes empresarios de este país que son los que pueden adquirir grandes piezas y son los que levantan las manos en grandes pujas que uno no se puede permitir”, ha subrayado. “Esta retrato yo no la he comprado -ha insistido-. El Prado ha dicho vamos a comprarlo y yo he dicho: vamos”, ha precisado Alzaga.

La comisaria de la muestra ha destacado la importancia de este retrato y del pintor Esteve, de quien ha dicho que sus retratos, “pese haber estado en las mejores colecciones nobiliarias españolas, no han tenido la atención de los historiadores españoles. Su obra ha tenido mucho más interés en América, por eso ha sido siempre difícil encontrar sus obras”. “Albarrán ha explicado que algunas de las obras de Esteve en determinados momentos habían sido atribuidas a Goya, como uno de los cuadros presente en esta muestra, el de Francisco de Borja Téllez-Girón, futuro duque de Osma, que fue incluso considerado uno de los “retratos más finos” del pintor aragonés hasta que se adjudicó a Esteve. Otras obras están en el mismo proceso de estudio, ha comentado la comisaria. Respecto al retrato de la niña, Albarrán ha señalado que se trata de algo “único desde el punto de vista iconográfico. El retrato es de una gran modernidad. La obra de Esteve tiene influencia de Velázquez en la inspiración del espacio, de Goya y sobre todo de Murillo, con la melena ondulada y la pierna al aire que evocan a”El pastor”, del pintor sevillano. La muestra “El desafío del blanco” tiene una vocación conceptual porque quiere explicar la dificultad que tuvieron los artistas del XVIII para representar el blanco, “todo un reto”, porque en esa época se puso de moda usar la muselina blanca entre las mujeres, una tela muy fina y transparente que fue un desafío para los mejores pintores. “En el caso de Esteve fue todo un éxito, porque utilizaba una pincelada fina y sutil con poca materia pictórica, como en el caso de la niña Manuela vestida con una muselina blanca transparente, ha concluido la comisaria.

IMAGEN: El óleo de Francisco de Goya “Los duques de Osuna y sus hijos” junto a “La duquesa de Osuna con su hija y nieta” de Agustín Esteve. EFE.