¿Tenían alma los instrumentos medievales? ¿Con qué madera se construían? Éstas son algunas de las preguntas que ha tratado de responder el músico y luthier Alberto Redondo, encargado de cerrar el VI Taller didáctico del románico, organizado por la Fundación Santa María la Real. Gracias a su intervención los casi 80 alumnos del curso, han podido no solo ver, sino también escuchar cómo sonaban algunos de los instrumentos representados en capiteles, canecillos y arquivoltas de templos medievales.

Canal Patrimonio_Carmen Molinos (@carzum)

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“En muchas ocasiones los instrumentos esculpidos en canecillos, capiteles o arquivoltas están resaltados“, explicaba Alberto Redondo. “De ahí, que si los construímos tal cual, el resultado sea un objeto difícil de tocar“, continuaba el luthier, mientras mostraba a los alumnos del VI Taller didáctico del románico la fídula realizada a partir de la esculpida en una columna de la iglesia de la localidad palentina de Revilla de Collazos.

Del mismo modo, ha asegurado que son muchas las incógnitas que existen en torno a los instrumentos musicales medievales, por ejemplo, si tenían o no alma, con qué madera estaban construídos y sobre todo, cómo sonaban. “Evidentemente, no nos ha llegado ninguna grabación de aquella época y, por tanto, por mucho que recreemos los instrumentos que vemos representados o esculpidos, difícilmente llegaremos a saber cómo sonaban en realidad“, apuntaba Redondo.

Lo que sí han podido escuchar los alumnos del taller ha sido una aproximación a ese sonido, a través de los instrumentos construídos por el luthier. Así, en el refectorio del Monasterio de Santa María la Real han sonado hoy una fídula, una zanfona, una aboca, una guiterna o un rabel, entre otros instrumentos.

Construcción de matracas:

Para hacer su exposición aún más didáctica y participativa, Alberto Redondo ha finalizado su intervención distribuyendo entre los participantes el material necesario para la construcción de unas tablillas de San Lázaro o matracas, que cada alumno se ha llevado como recuerdo de su paso por el taller, organizado gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Aguilar de Campoo, la Diputación de Palencia y Fundación Ramón Areces.

Tres jornadas y media en las que, además de acercarse a la “sonoridad“ del románico, también han podido realizar un recorrido por una amplia selección de iglesias y eremitorios de Palencia, Burgos y Cantabria para conocer mejor la funcionalidad, ornato y origen tanto de las iglesias de fábrica como de los conjuntos eremíticos medievales.

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Próximos cursos:

Concluído el VI Taller didáctico del Románico, el refectorio del Monasterio de Santa María la Real acogerá mañana la inauguración de la segunda convocatoria del XV Curso de Las Claves, que este año lleva por título “el románico y sus mundos imaginados“.  Por otro lado, el lunes, 4 de agosto, arrancará la XXVIII edición del Seminario sobre Historia del Monacato, organizado en colaboración con la Universidad de Cantabria y centrado, en este caso, en el ritmo cotidiano de la vida en el monasterio medieval.

IMÁGENES: Alberto Redondo durante su exposición y los alumnos del taller frente a la portada de la iglesia de Hormaza en Burgos. / Archivo FSMLR