¿Quién no ha deseado asistir al proceso de restauración de una obra de arte? ¿Ver la labor casi quirúrgica de los profesionales? ¿Seguir paso a paso el cambio que experimenta la obra? Los visitantes del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza podrán hacer realidad este sueño. La pinacoteca les permitirá seguir de cerca el proceso de restauración de una de las piezas más emblemáticas de su colección permanente: Joven caballero en un paisaje de Vittore Carpaccio.

Canal Patrimonio

Una instalación especial ubicada en la sala 11 del museo, permite a los visitantes seguir en directo el proceso de restauración. No es la primera vez que el Thyssen ofrece esta experiencia, ya lo hizo en 2012 con  El Paraíso de Tintoretto.

Y así, el visitante podrá ver cómo las restauradoras van devolviendo el color al rostro del joven pintado por el artista veneciano a principios del siglo XVI. ¿Quién era? No se sabe. De San Eustaquio al capitán Marco Gabriel, pasando por Antonio de Montefeltro, Francesco Maria della Rovere, Fernando II de Aragón o algún caballero de la orden del Armiño. Son muchas las tesis que se han barajado, pero todavía ninguna confirmada sobre el nombre del protagonista de este magnífico cuadro.

Lo que sí está confirmada es su autoría, aunque hasta el siglo XX, el lienzo se había atribuido erróneamente a Durero, debido a un falso monograma del artista alemán. Una limpieza realizada en 1958 permitió descubrir bajo antiguos repintes, la cartela con la firma del verdadero autor y otra en el lado opuesto con la inscripción ‘Malomori quam foedari’ (Antes morir que ser deshonrado).

 

Fotografía facilitada por el Museo Thyssen de la obra “Joven caballero en un paisaje” de Carpaccio y de su visualización a través de cámaras de infrarrojos.

 

Estudio técnico

Y, quizá, haya más novedades, ya que ahora se está abordando el estudio técnico y análisis de materiales previo a cualquier intervención. Toma de fotografías infrarrojas, ultravioleta y radiografías, así como de micromuestras para proceder a su análisis en el laboratorio. Los resultados que se obtengan permitirán determinar el método más adecuado para acometer la limpieza de antiguos barnices y repintes y la consolidación de la pintura. El objetivo es recuperar los matices y la gama cromática original y conocer con detalle la técnica y los materiales empleados por el pintor, posibles rectificaciones llevadas a cabo por el artista y acercarnos al proceso creativo de la pintura.

Se trata de un trabajo sin duda muy complejo debido, por un lado, a las vicisitudes sufridas por el cuadro, intervenido a lo largo del tiempo en numerosas ocasiones; por otro, a la extraordinariamente fina capa de pintura conservada, lo que dificulta más el proceso; y también, por las características del propio cuadro: por su tamaño (218 x 151,5 cm) y, sobre todo, por la enorme variedad de elementos y detalles que integran muy especialmente el paisaje, con un rico colorido y multitud de animales y plantas. La obra está además reentelada en época antigua y, probablemente, ha sufrido algún tipo de modificación en sus dimensiones.

 

Detalle de la obra “Joven caballero en un paisaje” de Carpaccio

 

Un año de trabajo

Para proceder de forma más sistemática, la intervención se va a llevar a cabo por áreas y, a lo largo de todo el proceso, se realizará un riguroso protocolo de seguridad para ir analizando en cada fase y en cada zona del cuadro los resultados de la intervención y la toma de decisiones para continuar. Así pues, es difícil prever la fecha de término de su restauración, pero se calcula que puede durar cerca de un año. Una vez finalizada, en marzo de 2021, el cuadro saldrá por primera vez del museo para formar parte de una gran retrospectiva dedicada a su autor en la National Gallery de Washington, la primera exposición dedicada al artista veneciano en Estados Unidos, coproducida con el Palazzo Ducale de Venecia.

Antes de viajar, se realizará una instalación especial para mostrar los resultados de las investigaciones y el cuadro restaurado. Mientras tanto, los visitantes del museo tienen la oportunidad de ser testigos de la evolución de todo el proceso, observando in situ a los restauradores y conociendo los avances y hallazgos realizados a través de un vídeo que se irá actualizando con nuevos contenidos e imágenes conforme progrese el trabajo, en la propia sala y en la web del museo.