El valor, la belleza y el deterioro de los castillos españoles queda reflejado en una exposición que el Museo del Ejercito de Toledo ha inaugurado, con un centenar de fotografías, algunas de mediados del siglo XIX y de gran valor documental, sobre las más de 10.000 fortificaciones que existen.

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Mediante paneles con textos y fotografías, la exposición ahonda en el valor histórico, simbólico, constructivo, artístico, paisajístico o turístico de estas edificaciones, partiendo de un hecho que el comisario de la exposición, Gabriel Morate, ha destacado: se desconoce quién es el propietario de la mitad de los castillos, unos 5.000.

Datos

El total de bienes de arquitectura defensiva inventariados por la Asociación de Amigos de los Castillos -en un trabajo realizado entre 1998 y 2012 y que sigue abierto porque se puede actualizar- es de 10.285, de los que 3.087 son de propiedad privada, 2.523 públicos y el resto desconocido.

Asimismo, el 43 por ciento de los castillos españoles está en situación de ruina progresiva o regular, un 25 por ciento en buen estado, un 13 por ciento tiene vestigios arqueológicos y apenas un 4 por ciento se ha transformado en edificios distintos y están acondicionados.

Restauraciones costosas y difíciles

El comisario de la exposición, y también vicepresidente de la Asociación de Amigos de los Castillos, ha explicado que la restauración y conservación de estos monumentos es muy costosa y difícil, sobre todo por su ubicación -alejados de grandes núcleos de población y en lugares abruptos y de difícil acceso- y porque al tratarse de arquitectura militar no tienen “ninguna concesión al confort“.

Todo el país tiene numerosos elementos arquitectónicos defensivos, que son el tipo de patrimonio “que más mala suerte ha tenido” frente a otro tipo de edificios civiles o religiosos, ha recalcado.

Turismo y conocimiento

Aunque a veces se ve al turismo como “enemigo” del patrimonio, Morate ha indicado que ellos lo consideran “un aliado absolutamente necesario para su correcta conservación”, aunque debe incorporarse a la gestión del patrimonio y no ser “algo ajeno”.

El comisario también ha señalado que “la base de la conservación es el conocimiento y la estima” que se tenga por este patrimonio y ha citado que hasta mediados del siglo XX apenas se extendió la protección a este patrimonio con excepciones como el toledano Castillo de San Servando, el primer castillo que se protegió de España (1874) pero porque se subastó y, si no, se hubiera derribado.

Otros castillos que aparecen en los paneles de la exposición son los de Peñafiel (Valladolid), Toro y Benavente (Zamora), Perelada (Gerona), Turégano (Segovia), Belmonte (Cuenca), Pioz y Jadraque (Guadalajara), Barcience, Caudilla y Oropesa (Toledo), Olite (Navarra), el Alcázar de Toledo y el de Segovia y la Alcazaba de Málaga, entre otros. EFE

IMAGEN: Vista de un patio del Museo Ejército de Toledo. EFE/Archivo