CanalPatrimonio_Yacimiento de Atapuerca_ Fundación Atapuerca

Un total de 55 jóvenes estudiantes del Bachillerato Internacional del I.E.S. Cardenal López de Mendoza de Burgos y del centro de Educación Puentesaúco de la Fundación Aspanias Burgos compartieron ayer una jornada de convivencia y ecología en los yacimientos de la sierra de Atapuerca, declarados Patrimonio de la Humanidad por UNESCO en el año 2000.

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Excursión al yacimiento de Atapuerca

La actividad, organizada por la Fundación Atapuerca, Fundación Aspanias Burgos, IES Cardenal López de Mendoza, la Fundación Caja de Burgos y la Obra Social “la Caixa”, se plantea dos objetivos: la concienciación hacia el patrimonio y el medio ambiente y la apuesta por construir una sociedad cada vez más inclusiva y solidaria. Una actividad de convivencia, educación, divulgación del patrimonio e inclusión social para estos jóvenes estudiantes, quienes también se han dedicado a la recogida de residuos.

CanalPatrimonio_Yacimiento de Atapuerca_ Fundación AtapuercaDe la mano de Miguel Ángel Pinto, director del Aula de Medio Ambiente de Fundación Caja de Burgos, los participantes realizaron un taller para la construcción de un gran “hotel” para insectos. Los “hoteles” para insectos son unos habitáculos realizados con materiales naturales, que sirven como lugar de descanso, refugio, reproducción e hibernación para insectos. Se realizan para favorecer la conservación de los insectos beneficiosos para el medio ambiente, especialmente aquellos que contribuyen a reducir plagas nocivas para la agricultura del ser humano o los que contribuyen a la polinización de las plantas.

La iniciativa “Limpiemos la sierra” nació en 2003 con motivo de la declaración por la Unión Europea del ‘Año Europeo de las personas con discapacidad’. Ese año, Aspanias desarrolló numerosas actividades vinculadas al mundo de los yacimientos de Atapuerca para promover el conocimiento del patrimonio de Atapuerca entre su colectivo de personas y favorecer también su visibilización social. La Fundación Atapuerca se sumó a estas iniciativas y así nació esta jornada de convivencia que año tras año se celebra en la sierra de Atapuerca, renovando y reforzando la cooperación cultural y la integración social de los jóvenes con discapacidad.