Las campañas realizadas en el yacimiento arqueológico de Alhaurín de la Torre ha descubierto interesantes hallazgos que vendrían a confirmar la relación de este antiguo poblado indígena con la ciudad fenicia de Cerro del Villar. Este proyecto se enmarca dentro de la línea de trabajo impulsada por el alcalde, Joaquín Villanova, para profundizar en el pasado de Alhaurín de la Torre y poner en valor la historia y el patrimonio local. El proyecto ha sido dirigido y financiado por la Concejalía de Patrimonio Histórico-Artístico.
La excavación arqueológica encargada por el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre ha encontrado hallazgos que confirmarían la relación del municipio con la ciudad fenicia de Cerro del Villar, cuyo yacimiento se encuentra en la desembocadura del Guadalhorce (Málaga), a unos 12 kilómetros. La excavación ha sido dirigida por el arqueólogo José Antonio Santamaría quien ha resaltado la relevancia de este yacimiento, uno de los más importantes del término municipal, y sus vínculos con la civilización fenicia.
Entre las adquisiciones halladas se encuentra un muro que se correspondería con parte de la estructura de una de las viviendas que conformaban este núcleo en la época, numerosos restos marinos, concretamente conchas finas, que tendrían un significado ritual para las personas de la época, restos de cerámica, un 80% de cerámica hecha a mano y el 20% restante de torno, y restos de hierro y otro minerales usados para el comercio. La importancia del muro es que se trata de una pared rectilínea asentada por encima de una curvilínea, influencia directa de la arquitectura fenicia.
El hallazgo más importante
El denominado por José Antonio Santamaría como “el hallazgo más importante realizado durante las campañas realizadas en el yacimiento” se trata de de una estela de forma alargada y sección irregular que conservaba una serie de relieves que parecen representar una figura humana femenina. Descubierta en la fase de prospección superficial se encontró tumbada y con grandes evidencias de haber sido arrastrada por maquinaria agrícola o de obra.
Analizando la estela en más profundidad, esta representa a una figura femenina con toga con una decoración en relieve en la zona pectoral a base de varios collares, teorizándose que debe de representar a una diosa de la época. El informe señala que lo más probable es que sea la diosa Astarté, deidad del amor, el sexo, la guerra y la caza. No se ha podido identificar el lugar original que ocupaba esta pieza, pero según apunta el arqueólogo Santamaría, pudo formar parte de algún tipo de edificio de carácter cultural o religioso, o ser utilizado a modo de marcador de una sepultura.