Estrasburgo muestra su papel delaboratorio de Europa en los terrenos cultural, artístico, musical, filosófico y científico en el cambio del siglo XIX al XX, primero bajo el Imperio alemán y, tras la Primera Guerra Mundial, siendo parte de la República francesa.

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Exposición Estrasburgo
Esta doble condición nacional y lingüística aparece, a través de los 2.000 objetos expuestos en la muestra “Laboratorio de Europa. Estrasburgo 1880-1930”, con obras, ideas y proyectos que surgieron y se cruzaron en este período. Ofrece una relectura contemporánea de un período histórico donde surgieron el Art Nouveau, el Dadaismo o un nuevo concepto de urbanismo y que se centra, por primera vez, en todos los aspectos de la vida intelectual y cultural de la época. El comisario de la exposición, Roland Recht, recuerda que en 1880 se inició la construcción en Estrasburgo de la Neustadt (la nueva ciudad), cuyo conjunto acaba de ser catalogado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. También que “en 1928 se creo el espacio de entretenimiento L’Aubette, auténtico modelo de modernidad, y en 1929 nace “Les Annales”, una revista de actualidad económica y social”, lanzada en Estrasburgo por el eminente historiador Marc Bloch.

La muestra, que estará abierta hasta el 25 de febrero de 2018 se reparte entre el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo (MAMCS), el de Bellas Artes, el de Zoología y la Galería Heitz. El núcleo principal está en el MAMCS, que recrea en diversas áreas: las artes decorativas, la ilustración gráfica, la dimensión europea del arte en los museos, las colecciones de la Universidad (egiptología, mineralogía o medicina) o la investigación. En la primera de ellas, el protagonista es el artista alsaciano Charles Spindler, y los tres interiores que tiene consagrados, donde destaca la sala de música, con los que triunfó en las exposiciones universales de París (1900), Turín (1902), San Luis (1904) y Dresde (1906).

En el apartado de artistas de la época, se muestran obras de Paul Cézanne, Camille Pissarro, Auguste Renoir, Paul Klee, Georges Braque, Max Ernst o Jean-Hans Arp. Las colecciones traídas de la Universidad, incluyen el molde de “El pensador” de Auguste Rodin o un telescopio acoplado a una silla, concebido para los “cazadores de cometas”. Aparte de los objetos expuestos, las estancias cuentan con frisos fotográficos de un metro y medio de altura que ilustran la exposición, así como pliegos informativos que el visitante se puede llevar. Cada espacio cuenta con su soporte audiovisual.

La exposición va más allá del MAMCS. Y es que en menos de tres decenios, cuando Estrasburgo era capital del Reichsland alemán, se creó un museo de bellas artes, otro de artes decorativas, uno arqueológico y un gabinete de artes gráficas. Fue en aquella época, cuando el director de los museos de Berlín, Wilhelm Bode, recibió el encargo de crear una colección para el Museo de Bellas Artes de Estrasburgo. Bode convenció a banqueros y empresarios para que financiaran la adquisición de nuevas obras para los museos de Berlín y Estrasburgo. En la capital alsaciana se constituyó la peculiar colección de copias antiguas de obras maestras de Leonardo da Vinci o Tiziano.

En cuanto a originales, el mayor logro de Bode fue adquirir en 1904 “La Virgen con el niño y dos ángeles” de Botticelli, que en la exposición se muestra en la misma sala, con los mismos cuadros y la misma disposición que a principios del siglo XX. La sala Heitz, en el Palacio Rohan, pone de relieve la visión musical franco-alemana de la época, con los cinco teatros para conciertos o la huella que dejaron en Estrasburgo como directores de orquesta Gustav Mahler, Johannes Brahms y Richard Strauss. La exposición cuenta con préstamos de obras de los museos de Orsay, Orangerie, Pompidou y Rodin de París; Victoria and Albert Museum de Londres; Gemäldegalerie y Alte Nationalgalerie de Berlín; Albertina Museum de Viena; y la colección Myron Kunin de Minneapolis.

 

IMAGEN:  Fotografía facilitada por Museos de Estrasburgo, de una sala del Museo de Bellas Artes, tal como estaba en 1904, que se puede ver en la exposición “Laboratorio de Europa. Estrasburgo 1880-1930”. EFE