El viejo continente atesorará sus recuerdos en la futura Casa de la Historia Europea, un repaso histórico a la construcción europea que se ubicará junto a la sede del Parlamento Europeo en Bruselas y que abrirá sus puertas al público en 2015.

Canal Patrimonio

Museo de Historia Europa 2- EFE- 26082013
Ubicado en el parque Leopold, junto al hemiciclo de Bruselas, el museo se centrará principalmente en la historia europea del siglo XX y contará con una exposición permanente y colecciones temporales que viajarán por las capitales europeas. El museo tendrá 4.800 metros cuadrados de áreas de exhibición, en los que se expondrán obras de arte, documentos históricos y objetos testigos de la historia de los Veintiocho que cederán los patrimonios nacionales de los países europeos. Asimismo, la Casa de la Historia Europea albergará de forma permanente el hasta ahora mayor reconocimiento de la reconciliación europea antesala de la Unión: la medalla del premio Nobel de la Paz concedido por la academia noruega en 2012.

El edificio que albergará los recuerdos de la historia europea es obra de los arquitectos Atelier Chaix & Morel et Associés, que han reformado un antiguo hospital infantil para los niños huérfanos de Bruselas.

Para que el horror no se repita
La construcción de la Casa de la Historia Europa parte de una iniciativa del expresidente del Parlamento Europeo Hans-Gert Pöttering, que anunció en su primer discurso ante el pleno en 2007 su intención de impulsar el centro como “símbolo de reconciliación europea”.  “Creo muchos en los símbolos. Este museo mostrará a las nuevas generaciones de dónde venimos, las guerras pasadas, la posterior reconciliación y la cooperación y unidad alcanzada por los europeos”, explica el ex presidente alemán del PE. Para Pöttering, la historia europea representa “una unión de valores, esto es, la defensa de la dignidad del ser humano, los derechos humanos, la libertad, la democracia y la solidaridad”.

Sectores críticos
Desde su concepción, el museo no ha estado sin embargo exento de críticas, especialmente desde el euroescéptico Reino Unido, no solamente por el coste económico y el momento de la obra, sino también por los recelos a que dé una versión única de la historia. Según los datos facilitados por el Parlamento Europeo, que asumirá a través de su presupuesto buena parte de la financiación, el coste global del museo desde la remodelación del edificio al desarrollo de las exhibiciones, pasando por la traducción a una veintena de lenguas de todos los materiales, es de 77,5 millones de euros. La importancia de recordar la a menudo negra historia europea y prevenir que se repitan conflictos como la II Guerra Mundial es para Pöttering el mayor justificante de la construcción del museo. “Un día de guerra costó mucho más que esta Casa de la Historia europea”, afirma.

El único integrante español del comité académico y del patronato de este museo de la memoria histórica europea es el vicepresidente socialista del PE Miguel Ángel Martínez, que contó a Efe que el experto nombrado para coordinar la participación de España es el ex eurodiputado socialista catalán Martí Grau. A propósito de las eventuales críticas al discurso histórico que se exponga en el museo, Martínez no cree que los fundamentos conceptuales del centro puedan levantar suspicacias a algún partido político u organización.

IMÁGENES: Obras del edificio ubicado en el parque Leopold junto a la sede del Parlamento Europeo en Bruselas, que albergará el Museo de la Historia de Europa. EFE