Ni es la primera vez que “El Quijote” se alía con el cómic ni, posiblemente, será la última. En esta ocasión la mente del ilustrador alemán Flix ha trasladado al personaje cervantino desde su meseta manchega natal a un estado confederado de Alemania donde luchará contra un parque de molinos eólicos.
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“Cuando era niño mi abuelo me leía muchos libros y uno de ellos fue ‘El Quijote’. Años más tarde, peregriné desde Sevilla hasta Santiago de Compostela, por la ruta de La Plata, y llevé conmigo este libro. En esa época, mi abuelo acababa de morir de Alzheimer y, cuando releí a Cervantes, me sucedió que vi cómo mi abuelo y Cervantes tenían muchas cosas en común”, ha contado Flix, alias de Felix Görmann.

Y así fue como el ilustrador comenzó a escribir su versión de la novela de Cervantes, publicada por la editorial Dib-buks y en la que Don Alonso Quijano, su bicicleta “Rocinante” y su nieto Robin, un joven seguidor de Batman que hace las veces de un perfecto Sancho Panza, se embarcan en una aventura contra la intención de la empresa de energía eólica “El Viento S.A” de llenar su pueblo de molinos eólicos.

De la lanza a la máquina de escribir:

Haciendo constantes guiños a la obra cervantina, Flix sitúa la historia en el pueblo inventado de “Tobosow” (cuya pronunciación es la de Toboso), donde el ingenioso hidalgo cambia su lanza por una máquina de escribir con la que escribe textos críticos contra cualquier motivo que le moleste y que publica en el diario local. Así, y bajo este argumento, el caballero de la triste figura se actualiza sin perder el sentido de lucha y locura que transmite el más conocido personaje de Miguel de Cervantes.

En total son 400 los años de diferencia con la obra de Cervantes. Un tiempo que para Flix no es nada, ya que considera que una buena historia nunca será vieja porque se trata de argumentos con una gran verdad que los sustenta. “Es el lenguaje el que puede resultar antiguo, pero no la historia. Por eso es por lo que creo que debemos recontar la historia de nuestros antepasados con el fin de mantener fresco el lenguaje y devolverles vida”, ha añadido el autor alemán.
En su país natal, Flix ya goza de gran éxito con su “Don Quijote”, ya que se trata de una obra que se editó por capítulos entre octubre de 2011 y mayo de 2012 en los diarios Frankfurter Allgemeinen Zeitung y Märkischen Volksfreund, y ahora la ha ampliado varias páginas para esta versión definitiva que por primera vez se publica en castellano.

Figura arquetípica:

“La historia de ‘El Quijote’ es muy conocida en Alemania pero, evidentemente, no se percibe con la misma intensidad que en España. Sin embargo, la figura de ‘Don Quijote’ es un arquetipo. Y esto no es español o alemán, es un comportamiento humano en general. Por eso creo que todo el mundo lo entiende”, ha expresado el ilustrador para defender la vigencia del personaje cervantino.

Felix Görmann (Münster, 1976) cree que en el proceso creativo del cómic es posible adaptar cualquier personaje de la literatura y la historia a cualquier arquetipo. “Hamlet, Moby Dick, Tom Sawyer o Munchhausen. Sería muy interesante ver cómo serían estos personajes hoy día. A lo mejor algún día me pongo a ello”, ha puntualizado. Y es que, no se trata de la primera vez que se atreve con la actualización de un clásico. En 2010 publicó Fausto, una nueva puesta en escena de la célebre obra de Goethe, que le supuso un gran reconocimiento en su país. EFE_Pilar Martín.

IMAGEN:  Fotografía facilitada por la editorial Dibbuks de viñetas del cómic “El Quijote”, del ilustrador alemán Flix. EFE