El Museo del Hombre de París muestra la resistencia y dinamismo de la cultura mapuche de Chile en una exposición fotográfica que combina antropología, arte y botánica y acerca al público las generaciones vivas de ese pueblo milenario.
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Supervivientes de las agresiones militares incas y de la colonización española, y pese a la pérdida de sus tierras a manos de argentinos y chilenos en el siglo XIX, los mapuches, antiguos cazadores y recolectores, son hoy el pueblo precolombino más numeroso y representativo en territorio chileno.
En su exposición “Viaje en tierra Leftenke”, la pareja chilena de fotógrafos “Ritual Inhabitual” y la botánica del Museo Nacional de Historia Natural Flora Pennec ahondan en esta cultura a través de sus actuales representantes.
La muestra, que podrá verse hasta el próximo 23 de diciembre, cuenta con más de 30 retratos de mapuches, incluyendo chamanes y miembros provenientes de comunidades rurales, pero también religiosos cristianos o jóvenes raperos nacidos en la capital chilena.
“Ser mapuche en nuestro tiempo es un sentimiento íntimo, que depende más de una identificación individual que de la pertenencia a una comunidad concreta”, explicó la fotógrafa de “Ritual Inhabitual” Florencia Grisanti.
La diversidad de los retratos evidencia que muchos de los mapuches se han adaptado a la vida moderna a lo largo del último siglo y no habitan en las tierras que el gobierno chileno les devolvió hace unas décadas.
Pero la naturaleza sigue siendo un elemento central de su cultura, en la que está considerada como una fuerza superior y universal, lo que justifica que fotografías de más de 35 plantas con funciones curativas o espirituales se intercalen entre los retratos a modo de hilo conductor de la exposición.
“Si algo tienen en común los mapuches, independientemente de su lugar de residencia o contexto personal, es su relación sensible con la naturaleza”, precisó Pennec, la botánica encargada de la parte más “científica” de la exhibición, la de recoger y analizar las diferentes especies de plantas.
Técnica fotográfica
Las instantáneas están tomadas con una técnica muy particular, el colodión húmedo, utilizada por los primeros antropólogos que estudiaron a los nativos americanos supervivientes a la colonización española e inglesa.
Este método precisa de varios minutos para realizar la instantánea, lo que favorece la interacción entre fotógrafos y modelos.
Grisanti explicó que, además de ser un homenaje a los primeros investigadores que se acercaron al colectivo indígena en América Latina, el colodión húmedo les había permitido “establecer una conexión humana con los retratados que no hubiera sido posible con una cámara digital”.
Adversidades
El recelo de los indígenas ante la intromisión de personas externas en su comunidad fue alguna de las adversidades encontradas en el proceso.
“Muchos occidentales se aproximan a los mapuches con intereses comerciales, como la explotación de sus tierras”, señaló la botánica Pennec, que tuvo que recolectar sus muestras “acompañada por varios miembros de la comunidad” .
Otras dificultades fueron más complejas de salvar. Al igual que otras muchas poblaciones indígenas, los mapuches más tradicionales “siguen creyendo que las fotografías les roban el alma”, reconoció Grisante, lo que dificultó encontrar modelos en las áreas más rurales.
La recopilación que ha llegado a París no pretende tanto un estudio exhaustivo de las tradiciones mapuches, sino dar visibilidad a un colectivo que ronda en la actualidad el millón de personas.
La acogida de esta muestra determinará que los artistas expongan este proyecto en otros países, especialmente en Chile, donde “existe un desconocimiento enorme de un pueblo indispensable en la historia del país”. EFE
IMAGEN: Fotografía facilitada por El Museo del Hombre de París de uno de los retratos de mapuches que compone la exposición fotográfica “Viaje en tierra Leftenke”. EFE