Caminar alrededor del Monumento Nacional Guayabo invita a retroceder más de 3.000 años de historia hasta llegar a la época en la que los indígenas de Costa Rica desarrollaron habilidades extraordinarias para construir una ciudad y un acueducto hecho de piedra que aún funciona.
CANAL PATRIMONIO / EFE
Esta antigua ciudad, ubicada en Turrialba, a unos 80 kilómetros al este de San José, no es inmensa como las que construyeron otras culturas indígenas americanas, pero tiene ciertas características que le sitúan a nivel mundial. No en vano, en 2009, la Asociación Americana de Ingenieros Civiles designó a Guayabo como “Patrimonio Mundial de la Ingeniería”, un honor que solo tenía el Machu Picchu, en cuanto a ciudades indígenas se refiere.
Tal designación responde a los acueductos del sitio. La construcción hidráulica contiene dos sistemas: uno de captación y distribución del recurso hídrico, y otro de manejo del agua de las lluvias que sirve para proteger el conjunto de la estructura y evitar inundaciones o desbordes. La mayoría de la construcción sigue funcionando perfectamente, excepto la parte del manejo del agua de las lluvias, que ha sido deteriorada por la naturaleza y el tiempo.
El arqueólogo y administrador del Monumento Nacional Guayabo, Rodolfo Tenorio, asegura a Efe que se necesita mucha inversión para excavar toda la ciudad y devolver así el funcionamiento completo del sistema para el manejo del agua de lluvia. “El gran problema es que todo el sitio es un sistema hídrico que funcionaba completamente y al haber partes sin excavar no funciona bien. Hay que excavar nuevos sectores que permitan que el agua drene como antes”, declara el arqueólogo.
Cerca de 20 hectáreas
Los investigadores creen que el sitio comprende cerca de 20 hectáreas, de las cuales solo cuatro han sido excavadas, incluida una hermosa calzada de piedra que sirve como entrada a la antigua ciudad. En el lugar hay 43 montículos de base de piedra y que hace cientos de años eran las casas de los indígenas, que estaban cubiertas por un techo de forma cónica. También hay dos calzadas y dos plazas, todas las estructuras conectadas entre sí, así como tumbas.
Etnia cabécar
Los investigadores han establecido que el sitio fue habitado por los indígenas de la etnia cabécar desde el año 1000 a.C hasta el 1400 d.C, cuando la población desapareció misteriosamente, por causas no determinadas, si bien existe una hipótesis por la que se inclinan los arqueólogos. “La hipótesis es que hubo una explosión demográfica y llegó un momento en que los terrenos no daban suficiente comida, lo que provocó conflictos sociales, hambre y guerras entre poblaciones”, comenta el arqueólogo Rodolfo Tenorio. “Posiblemente mucha gente murió aquí y otros muchos dejaron el sitio y se fueron a otras partes”, agrega.
Restos encontrados
Guayabo es el asentamiento más antiguo descubierto en Costa Rica. El Gobierno lo declaró “Monumento Nacional” en 1973, fecha para la cual habían transcurrido cerca de cien años de saqueos de tumbas, jade, artesanías y oro por parte de los hacendados que descubrieron el lugar y a quienes pertenecían los terrenos. En la zona se han encontrado 65 petroglifos cuyo significado no ha sido descifrado, entre ellos, un grabado que representa a un jaguar con un lagarto, animales sagrados de las culturas precolombinas del país.
En la actualidad, el sitio es visitado por 30.000 turistas al año, el 80 % de ellos costarricenses, quienes aprenden sobre la cosmovisión y las habilidades de los indígenas que habitaron el lugar.
Imagen: Fotografía tomada el pasado 8 de agosto en la que se registró un plano general del Monumento Nacional Guayabo, a unos 80 kilómetros al este de San José (Costa Rica). EFE