La Alte Nationalgalerie de Berlín ha presentado “ImEx”, una exposición que confronta por primera vez de manera explícita tesoros del impresionismo y el expresionismo, dos movimientos artísticos rompedores que se desarrollaron hace más de un siglo a caballo entre Francia y Alemania.

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La muestra, que recoge unas 160 pinturas de artistas franceses y alemanes, compara el impresionismo y el expresionismo como “principios artísticos” con el fin de “encontrar elementos comunes y diferencias, así como sus manifestaciones más definitorias”, explicó la comisaria de la exposición Angelika Wesenberg.

Según Wesenberg, más de un siglo después de su eclosión, es un buen momento para “contemplar ambas corrientes con nuevos ojos”, para analizarlas desde la lejanía, ya no por separado, sino “como hermanas” con sus grandes similitudes y diferencias“.

Importación y exportación

Los trazos sueltos, bandera de artistas franceses de renombre como Claude Monet, Edgar Degas o Auguste Renoir y de los alemanes Max Liebermann, Lovis Corinth o Max Slevogt, encarnan en la exposición el movimiento impresionista que se originó en Francia a finales del siglo XIX y que rompió con los cánones artísticos de la época. El impresionismo fue el punto de partida y de inspiración de pintores expresionistas como Ernst Ludwig Kirchner, Emil Nolde o Franz Marc, que personifican el “punto de inflexión” que significó el expresionismo en Alemania.

La exposición “ImEx”, cuyo nombre es un acrónimo de Impresionismo y Expresionismo, también puede interpretarse como “Importación” y “Exportación”, tal como declaró el director de la Alte Nationalgalerie, Philipp Demandt. “El impresionismo se importó a Alemania, haciendo que los pintores alemanes se inspiraran en los franceses, lo que llevó a un posterior desarrollo del expresionismo alemán. El expresionismo por su parte, que es una creación alemana, se exportó más adelante por el mundo como un lenguaje universal“, señaló Demandt.

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Motivos recurrentes

Temáticas recurrentes de ambos movimientos, como los paisajes, los desnudos, los escenarios urbanos, los animales o el disfrute de la vida, estructuran la exposición, facilitando al visitante la comparación entre las dos corrientes artísticas. “La bañista rubia” retratada por el impresionista Renoir se exhibe así de forma paralela a la interpretación expresionista de “La mujer sentada”, de Max Pechstein.

“ImEx” aúna obras adquiridas por la Alte Nationalgalerie, lienzos de colecciones privadas y préstamos de piezas de museos de todo mundo. La muestra fue presentada como la primera exposición de la historia concebida para equiparar y analizar ambos movimientos artísticos, pero la Alte Nationalgalerie de Berlín ya tuvo un antecedente a principios del siglo XX, de la mano de su entonces director Ludwig Justi.

Justi, quien reunió una amplia colección de piezas expresionistas, ya intentó comparar esas obras con los lienzos de impresionistas franceses que había adquirido el museo a finales del siglo XIX, incluso antes que muchas galerías de París.  EFE_Minerva Burroni

IMÁGENES:  Las obras (de izda a dcha) “Caminar en las Flores” (1912) de Auguste Macke, “El Puente de Chatou” (1907) de Maurice de Vlaminck y “In Summer” (1868) de August Renoir son expuestas junto a la escultura “La edad de Bronce” (1875/6) de Auguste Rodin en el Alte Nationalgalerie en Berlín (Alemania); muy cerca “La joven sentada” (1919) de Max Pechstein y “La bañista Rubia” (1903) de August Renoir. EFE