La Autoridad de Antigüedades de Israel, con el apoyo del Ministerio de Cultura y Deportes, empezará una campaña de excavación arqueológica de grandes dimensiones y de una duración de unos cinco años en la Ciudad Vieja de Jerusalén, en territorio ocupado, según la información publicada en el periódico Yediot Aharonot.    

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Foto archivo Jerusalén

Se trata del denominado “Proyecto Shalem”, que tendrá un coste de más de 60,3 millones de euros y está relacionado con excavaciones anteriores centradas en recuperar yacimientos vinculados con el pasado judío de la ciudad. Según la noticia del rotativo, se trata del primer proyecto arqueológico de gran envergadura que el gobierno iniciaría en la Ciudad Vieja (en Jerusalén Este, que Israel ocupa desde 1967 y en el que la comunidad internacional no reconoce la soberanía israelí) y se extendería entre “la Ciudad Vieja desde el Monte Sión hasta la Ciudad de David”, señalan desde Yediot Aharonot.

La Autoridad de Antigüedades israelí no ha confirmado el proyecto y se limita a asegurar que “aún no se ha anunciado nada oficialmente”, mientras que desde el Ministerio de Cultura tampoco se pronuncian al respecto. Entre otros restos arqueológicos, la iniciativa pretendería exponer los cimientos del Muro de las Lamentaciones, preservar la piscina de Siloé o desenterrar las salas subterráneas de la fortaleza de Maayan, unos monumentos que las instituciones israelíes relacionan con la época del Segundo Templo judío (entre los siglos VI a.C. y I d.C).    

Polémica en torno al proyecto: intereses encontrados

La ministra de Cultura y Deportes, Miri Reguev, ha reservado varios millones de presupuesto para el proyecto arqueológico, con el que pretende profundizar la conexión judía con Jerusalén, aseguran en el periódico. “La realidad que se revela cuando excavamos en Jerusalén vale más que mil palabras y es la mejor respuesta para aquellos que niegan nuestra conexión con Jerusalén”, declaró Reguev.    

“Las excavaciones en la antigua Jerusalén, en lo que a mí respecta, son la mejor traducción de la declaración del presidente Trump”, opinó, en referencia al reconocimiento de la ciudad como capital israelí por parte del Gobierno estadounidense. “Incluso si Abu Mazén (el presidente palestino Mahmud Abás) intenta excavar cien metros en el suelo, no encontrará una sola moneda palestina que tenga 2.000 o 3.000 años”, afirmó la ministra.

Xavier Abu Eid, portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), señaló que Reguev “representa a los sectores más fundamentalistas en Israel, que lideran el Gobierno del señor (Benjamin) Netanyahu y fomentan la transformación de un conflicto político en una guerra religiosa”.    “La arqueología de un lugar bajo ocupación no es responsabilidad de la potencia ocupante. Con esto, Israel decide continuar su política de normalización de la ocupación a través del uso político de la arqueología y el turismo“, añadió. 

IMAGEN: Una turista americana contempla el casco antiguo de Jerusalén, donde se localiza la Explanada de las Mezquitas, donde destaca la Cúpula de la Roca, con su distintivo tono dorado. EFE