La artista alemana Kati Heck considera la ironía una buena herramienta “para que sea más fácil afrontar la brutalidad del día a día” y recurre a ella en su primera exposición individual en España, que puede verse en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga.

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La muestra reúne 41 obras de este artista residente en Amberes (noreste de Bélgica) entre pinturas de pequeño y gran formato, dibujos, esculturas, fotografías y un vídeo, que podrán visitarse hasta el 16 de marzo. Heck (Düsseldorf, 1979) ha planteado el montaje de la exposición como si esta fuera “una cafetería”, con una primera parte semejante a un bar, a continuación una banda que toca música y, finalmente, una zona “más privada del artista”.

“En una cafetería las personas se cuentan sus miserias o las cosas felices que les ocurren”, ha señalado la artista, que remonta sus referencias artísticas más antiguas hasta la Edad Media. También se confiesa influida por los artistas cuyas obras conoció durante su infancia en los museos de Düsseldorf, aunque estas influencias “van cambiando con el tiempo a través de las cosas que se viven o se leen”.

Así, cuando era pequeña se preguntaba qué pensarían dos mujeres de una obra de Picasso que miraban hacia la nada y ella, años después se inspiraría en ese cuadro, para explicar que, simplemente, ambas “estaban desempleadas”. Los modelos de sus obras suelen ser amigos y familiares, aunque con estos fija “límites al pedirles que hagan ciertas cosas”, y por eso recurre frecuentemente también al autorretrato.

Familiares, amigos y autorretratos

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El director del CAC Málaga, Fernando Francés, también aparece representado en uno de los cuadros. Francés, que ha comisariado la exposición, ha apuntado que Heck “resume bien el modelo de artista que se deja impregnar por su historia personal, pero también por los acontecimientos de la historia y las huellas del arte que le ha precedido”.

Para el director del CAC Málaga, “es difícil entender su trabajo sin pensar en los neoexpresionistas alemanes”, y aunque Heck admite la influencia de Kippenberger, “sus influencias y contaminaciones van mucho más allá”, con nombres como Dokoupil, Daniel Richter o Neo Rauch. “Heck tiene la necesidad imperiosa de representar historias y de contar a partir de su propia vida o de una serie de historias lo que ha acontecido política, social o estéticamente en la parte de Europa más influyente en el contexto cultural”, ha añadido Francés.

La “singularidad de Heck está en la creación de imágenes a partir de una fantasía literaria o narrativa”, según el comisario, quien ha apuntado que sus obras son “la suma de diferentes acciones que no tienen conexión lineal entre ellas, con lo que se crea un mundo surrealista que podría transportar a la posición del dadaísmo”. EFE

IMAGEN:  Una mujer contempla algunas de las obras de la artista alemana Kati Heck (Düsseldorf, 1979) que forman parte de su exposición “KOPF=KOPFNUSS”, que reúne 41 obras de esta artista residente en Amberes (Bélgica). EFE