Desde 21 de enero, y hasta el 10 de abril, podrá visitarse en la Biblioteca Nacional de España la exposición El retablo de maese Pedro. Una de títeres en la BNE, que ilustra no solo el interés que este retablo generó en la vanguardia de los años 20, sino también su impronta dentro de la cultura visual quijotesca, desde el siglo XVII hasta nuestros días.

Canal Patrimonio

CERV_5193

En la muestra se exponen las distintas representaciones gráficas a las que dicho episodio ha dado lugar en soportes de diversa naturaleza, partiendo de grabados originales y ediciones ilustradas del Quijote, hasta su salto a objetos propios de la cultura popular como tarjetas postales, cromos y cajetillas de cerillas. Cuentan para ello con obras procedentes tanto de la amplia colección cervantina de la BNE como de la Colección Lanz, que conserva algunos de los decorados y figurines que los mencionados artistas plásticos crearon para la versión operística de Falla.

El retablo de Maese Pedro, uno de los pasajes que transmiten con más nitidez la locura de Don Quijote, ha sido también uno de los que más ha fascinado a creadores e intelectuales de la Modernidad. Entre ellos destaca el compositor Manuel de Falla, quien lo eligió para la ópera de cámara que realizó por encargo de la Princesa de Polignac entre 1919 y 1923, profundizando en los experimentos con marionetas desarrollados junto a Federico García Lorca y Hermenegildo Lanz en Granada.

No es extraño que los artistas de vanguardia se identificaran con esta historia de teatro dentro del teatro, propia de los juegos de confusión entre realidad y ficción que tanto atraían, entre otros, a los surrealistas. Este episodio sedujo a autores como Manuel Ángeles Ortiz y Hernando Viñes, que colaboraron con Falla en el estreno de 1923; Luis Buñuel, quien dirigió la puesta en escena en Ámsterdam en 1926; o Ignacio Zuloaga, autor de los decorados y figurines que se vieron en la Ópera Cómica de París dos años después.

Esta efervescencia creativa “convierte la escenificación de El retablo en una síntesis de las diferentes tendencias que experimenta el arte español en las primeras décadas del siglo XX”, en palabras de la experta Isabel Chinchilla.

Taller del teatro de papel

En paralelo a la exposición, tendrá lugar un taller, El retablo de maese Pedro en un teatrito de papel. El teatro de papel surgió como una iniciativa editorial en el siglo XIX. En el XX pasó a manos de los artistas, quienes vieron en su bajo coste y sus grandes posibilidades plásticas una vía ideal para la experimentación. Tras una breve contextualización histórica y una introducción a los principios de manipulación de títeres, los participantes construirán figuras sencillas de papel e improvisarán pequeñas escenas a partir de los capítulos del Quijote relacionados con El retablo de maese Pedro.

Los talleres dirigidos para familias con niños a partir de 8 años tendrán una duración de dos horas, para el público en general y menores a partir de 14 años la duración será de tres horas. La compañía de teatro Etcétera será la encargada de impartirlos, es necesario la inscripción previa.