La “persistencia humilde” de la genial cerámica de Miquel Barceló está expuesta hasta el 24 de noviembre en el Museo del Azulejo de Lisboa, donde el artista mallorquín presenta su reciente colección “Terra Ignis”.

Canal Patrimonio

Cerámica Barceló- Expo Lisboa 2- EFE- 26092013
Los aspectos carnales, viscerales y primitivos de la arcilla, el material artístico “más ancestral”, según el autor, se expresan en 43 obras elaboradas entre 2009 y 2013 y ejecutadas en su tierra natal desde una antigua alfarería. “A menudo pensamos que la cerámica es lo frágil del mundo y muchas cerámicas de este museo han sobrevivo al terremoto de (Lisboa) 1755”, ha señalado Barceló en la presentación de la exposición, integrada en la Mostra Espanha 2013, una iniciativa cultural de promoción de las artes españolas en Portugal.

Estas nuevas obras de Barceló, divididas entre el Museo del Azulejo de Lisboa y el Museo de Arte Moderno de Ceret (Francia), evitan de forma “deliberada” los colores “brillantes o esmaltes” con el objetivo de “profundizar el aspecto carnal”, aclara el artista. Para el creador, es la “persistencia humilde” y la “sensación de fragilidad” de la paradójica cerámica lo que más le atrae, así como la capacidad de ser un arte “moderno y antiguo” a la vez. Cocidas en hornos de leña y a base de barro local, piezas como “El pintor como Buda”, inspirada en el personaje de “Siddartha”, de Herman Hesse, llaman la atención por su austeridad y circunspección.

Las originales obras del artista mallorquín se mezclan, insospechadamente, con las del prestigioso museo lisboeta, ejemplo de la cerámica y el azulejo de Portugal, una vertiente artística en la que el país sobresale internacionalmente. “Resulta muy interesante el dramatismo de algunas piezas en ámbitos de capillas doradas rococó”, constata Barceló ante el llamativo contraste entre la sobriedad de sus obras y el imponente marco en el que están exhibidas.

Con ladrillos
Dueño por casualidad de una fábrica de ladrillos que había cerrado por la crisis económica, este discreto material es recurrente en “Terra Ignis”. La obra “MBT, MBG y MBA”, título alusivo a las iniciales de su abuelo, padre y de él mismo, respectivamente, se compone de tres pequeños ladrillos que, ligeramente esculpidos, encarnan una idea de evolución generacional. “Me gustaba esta memoria del ladrillo y la arcilla, y entendí eso de que cada ladrillo es una cabeza”, señala.

Cerámica Barceló- Expo Lisboa- EFE- 26092013
Nuevos proyectos
Listo para viajar a comienzos de octubre para exhibir en Nueva York una serie de retratos inéditos de sus allegados, Barceló también ha hablado sobre el arduo proceso artístico. “El fracaso pertenece a la propia obra”, analiza el creador, para quien es “una vanidad” pensar qué le deparará a una obra de arte, pues “el futuro” no se puede “controlar”.  Un futuro para el que el inquieto artista tiene muchas ideas, como reeditar en la capital de la desembocadura del Tajo una de sus obras más majestuosas: la reforma de la Capilla del Santísimo de la Catedral de Palma, donde creó un retablo cerámico en 2007. “¿Estaría bien poder hacer algo como lo de la Catedral de Palma en la de Lisboa?”, se pregunta retóricamente.

IMÁGENES: Fotografía facilitada por el Museo Nacional del Azulejo de las obras de cerámica de Miquel Barceló que forma parte de la muestra “Terra Ignis”, expuesta hasta el 24 de noviembre en el Museo del Azulejo de Lisboa. EFE