La organización de la muestra “I segni nel tempo. Dibujos españoles de los Uffizi” ha permitido enriquecer esta colección con 77 obras inéditas que se encontraban mal atribuidas y que son de gran importancia para el patrimonio histórico español.

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Estos dibujos se conservaban, mal atribuidos, entre las colecciones italianas, alemanas y flamencas y, gracias a este proyecto, se han podido documentar y han pasado a formar parte de nuestra historia del arte. Organizada en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, por la Fundación MAPFRE y el Gabinetto dei Disegni e Stampe degli Uffizi, la muestra es resultado de un proyecto de investigación de dos años dirigido por el historiador y comisario Benito Navarrete. El proyecto ha permitido descubrir autorías desconocidas y profundizar en el conocimiento de “una de las colecciones más importantes del mundo, en parangón con la de la Biblioteca Nacional“, en opinión de Benito Navarrete.

Los nuevos dibujos de la exposición

La colección florentina cuenta con un total de 450 dibujos españoles, de los que 280 han sido catalogados en el libro fruto de dicho estudio, “ya que el resto son menos importantes”. De estos 280 dibujos se han seleccionado para la exposición 129, entre los que se encuentran más de la mitad de los 77 que hasta ahora estaban inéditos. En ella se encuentran ejemplos únicos para estudiar el proceso creativo de artistas españoles de los siglos XVI al XVIII. Esta es en opinión del comisario una de las claves de la muestra, “que permite observar los diseños realizados para obras capitales del patrimonio cultural español”.

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Entre los nombres presentes figuran los de Alonso Berruguete, Gaspar Becerra, Luis de Vargas, José de Ribera, Alonso Cano, Francisco de Herrera el Mozo, Antonio del Castillo, Vicente Carducho, Juan Carreño, Francisco Rizi, Claudio Coello o Miguel Jacinto Meléndez. Las 77 nuevas autorías son producto de la revisión de más de 40.000 dibujos y la totalidad del archivo fotográfico de la institución. Entre los casos más singulares, ha recordado Navarrete, figura el descubrimiento entre los anónimos alemanes de uno de los dibujos más importantes del valenciano Juan de Juanes para un cuadro perdido, el “Cristo muerto sostenido por ángeles”, del que se conserva en el Museo Nacional del Prado una copia hecha por Francisco Ribalta. También entre los anónimos alemanes se localizó uno de los diseños del artista bruselense que trabajó en Sevilla Pedro de Campaña, en directa relación con la Crucifixión del Museo del Louvre. Especial interés tiene la reconstrucción de la personalidad gráfica del sevillano Luis de Vargas, perdido entre los fondos atribuidos a Cristoforo Roncalli, así como el hallazgo de nuevas obras que incrementan el catálogo del castellano Alonso de Berruguete y que estaban mal atribuidas. El caso de Francisco Pacheco, suegro y maestro de Velázquez, es muy singular, según el comisario, pues algunos de sus dibujos, como el retrato de Pablo de Céspedes que sirvió para su “Libro de Retratos de ilustres y memorables varones”, se ha localizado entre las obras de Barocci, y otros trabajos suyos estaban asignados a Frans Floris.

Importante es el hallazgo de dibujos de artistas que trabajaron en Madrid, y que estuvieron relacionados con los pintores florentinos, como Vicente Carducho, del que ahora se dan a conocer dos nuevos dibujos. Se trata de la “Aparición de los ángeles músicos a San Hugo de Lincoln“, atribuido a Antonio da Pordenone y que es obra preparatoria para su gran lienzo de la Cartuja de El Paular y del diseño preparatorio para la pintura de “Santa Inés” del Museo del Prado, que ha sido localizado entre los de Pietro da Cortona. El comisario ha destacado también el dibujo “Cristo y el Cirineo” del sevillano Francisco de Herrera el Mozo, hasta ahora atribuido a Taddeo Zuccaro.
Junto a novedades reseñables de Alonso Cano, figuran los tres dibujos de Miguel Jacinto Meléndez que retratan a Felipe V, mal ubicados entre los dibujos franceses, o los atribuidos a Niccolo Cassana.

La elección del comisario de la exposición

Entre todas las obras, Benito Navarrete no ha dudado en elegir como una de sus preferidas “Retrato de un joven con sombrero“, que ingresó en la colección de los Uffizi como dibujo de Velázquez “y que pertenece al círculo de Juan Carreño de Miranda”. “Tiene una fuerza, un misterio y una sensualidad sobrecogedoras”, resalta. Navarrete ha destacado también la importancia que tiene la forma en la que los dibujos llegaron a la colección de los Uffizi. Este origen se encuentra en los dibujos reunidos en Madrid por el comerciante florentino Giovanni Filippo Michelozzi. Un primer bloque de este conjunto fue comprado por la Real Galería de Florencia en 1779 y el resto fue adquirido con posterioridad por el escultor Emilio Santarelli y donado en 1866 a la institución florentina. Esto permitió que volvieran a confluir todos los dibujos que habían formado parte de un tronco común. Mila Trenas_EFE

IMÁGENES: Público en la exposición “I segni nel tempo. Dibujos españoles de los Uffizi”. EFE/Archivo