Muros, señales de tráfico y farolas son algunos de los “lienzos” habituales del arte urbano en Madrid, un tipo de manifestación artística que pasa desapercibida para muchos ciudadanos pero que poco a poco va conquistando terreno en zonas del centro, donde incluso hay rutas guiadas para descubrirlo.
Canal Patrimonio_EFE
“Zona videovigilada. Sonríe a la cámara y siéntete protegido”, reza un cartel situado bajo una de las cámaras de vídeo instaladas en las calles de Madrid. El mensaje, acompañado de un icono de cara sonriente, es obra de DosJotas, uno de los artistas urbanos más activos de la capital, que en sus obras suele denunciar con toque de humor el control al que, en su opinión, se somete a los ciudadanos. “Todo mi trabajo está unido a la defensa del espacio público, que hoy en día está muy privatizado”, cuenta a Efe.
Los clásicos carteles de “No pisar el césped” adquieren un nuevo sentido en manos de este creador madrileño, al sustituir esta frase por otras prohibiciones tan sorprendentes como “No pensar”, “No sentir” o “No luchar”, características de su estilo “social y crítico”. Parte de su obra puede contemplarse en los denominados ‘safaris urbanos’ organizados por Madrid Street Art Project, un proyecto que desde 2001 promociona el arte urbano en la capital, fundamentalmente a través de estas visitas guiadas por barrios del Centro como Lavapiés o Malasaña.
“En Madrid el arte urbano es más difícil de ver a primera vista”, asegura Guillermo de la Madrid, integrante de este grupo. Según cuenta, mientras en otras ciudades españolas como Valencia predominan los grandes murales, en Madrid es más habitual encontrar ejemplos de este tipo de expresiones artísticas en “cualquier tipo de mobiliario urbano” que los artistas transforman “a su antojo” para llamar la atención de los espectadores.
Falta de apoyo institucional:
A pesar de que muchas de las intervenciones en farolas, bolardos, vallas o señales de tráfico suelen pasan desapercibidas para los ciudadanos, considera que los madrileños cada vez “se fijan más” en lo que encuentran en la calle e, incluso, lo aprecian como una forma de expresión artística. “La gente lo va valorando pero es un proceso muy lento porque las instituciones no ayudan a que el arte urbano tenga una consideración positiva, salvo excepciones”, comenta.
En este sentido, uno de los ejemplos más recientes es el proyecto Muros, organizado por Madrid Street Art Project en los alrededores del espacio cultural Tabacalera, propiedad del Ministerio de Cultura, donde 32 artistas llevaron a cabo en mayo pasado 27 intervenciones de arte urbano y que permanecerán allí durante un año, hasta la próxima edición. El Ayuntamiento de Madrid ha impulsado este tipo de arte con el Plan de Mejora del Paisaje Urbano, puesto en marcha a finales de 2013 en el distrito de Tetuán y que este verano se extenderá a Usera y Villaverde. “Queremos demostrar que con pequeñas acciones se puede mejorar el entorno”, comenta el director general de Patrimonio Cultural y Calidad del Paisaje Urbano del Consistorio, José Francisco García.
La idea es que con el tiempo el arte urbano llegue a todas las zonas de Madrid por medio de este programa, que busca espacios concretos en cada barrio necesitados de mejoras, para lo que resulta imprescindible el diálogo con los vecinos y las Juntas de distrito. Murales, un huerto urbano con anfiteatro o el acondicionamiento de una plaza con bancos y zonas de sombra fueron algunas de las cerca de 20 intervenciones que se llevaron a cabo en Tetuán, en las que participaron estudios de arquitectura, profesionales de urbanismo y artistas urbanos como San, Borondo, SpY, E1000 o Suso33.
“Significa mucho para mí todo el proceso de transformación de esa zona de Madrid que tanto me ha marcado como persona”, dice Suso33 sobre su trabajo en Tetuán, donde se crió y donde lleva interviniendo desde hace más de 20 años. El artista madrileño, que ha colaborado con instituciones y centros de arte de prestigio como IFEMA, la pasarela Cibeles y el museo Reina Sofía, centra su creación en los murales, en los que reflexiona sobre “la relación del individuo como parte de la masa” por medio de elementos opuestos como las luces y las sombras o los colores blanco y negro.
Uno de sus últimos trabajos puede contemplarse actualmente en la Fundación Canal, que ha contado con él para pintar la fachada del centro con motivo de la exposición ‘Metrópolis’. Sin embargo, las intervenciones apoyadas por instituciones oficiales no son habituales en los artistas urbanos, que al igual que los grafiteros comunes realizan gran parte de su obra en la calle por iniciativa propia, lo que determina el carácter efímero de esta forma de expresión artística. EFE_Sol Carreras
IMÁGENES: Fotografía facilitada por SONY DSC. Muros, señales de tráfico y farolas son algunos de los “lienzos” habituales del arte urbano en Madrid y fotografía facilitada por DosJotas de un cartel situado bajo una de las cámaras de vídeo instaladas en las calles de Madrid en el que reza “Zona videovigilada. Sonríe a la cámara y siéntete protegido”. EFE