La poesía cargada de humor e ironía de la polaca Wislawa Szymborska, premio Nobel de Literatura, se puede reconocer en los 25 “collages” que se exponen en la Casa del Lector, en Matadero de Madrid. Una mirada a la intimidad y a la forma de concebir la amistad de esta escritora, que falleció el pasado año.

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“Los collages de Wislawa Szymborska” es el nombre de esta muestra, que ofrece una faceta diferente de la poeta a través de 25 de los casi 10.000 “collages” que realizó la autora de “Aquí” para felicitar el año a sus amigos y gracias al documental “A veces la vida es soportable”, de Katarzyna Kolenda, un audio-libro con poemas suyos leídos por la actriz española Julia Gutiérrez Caba.

Los “collages” eran su particular postal sobre este mundo, en los que muestra un universo surrealista influenciado por René Magritte. La exposición permite retratar a Szymborska como no lo consiguió la escritura, ya que “el trabajo de un poeta es antifotogénico, el trabajo del escritor no se puede mostrar por otros medios de expresión, mientras que los “collages” arrojan más luz sobre su vida”, ha comentado el exsecretario de la poeta y presidente de la Fundación Wislawa Szymborska Michal Rusinek en la presentación.

Cada octubre era imposible entrar en su casa, y es que la escritora llenaba su piso de múltiples recortes de revistas hasta confeccionar los casi 200 “collages” que cada año enviaba por correo a sus amigos, ha desvelado el presidente de la Fundación. En ellos, Szymborska enfrenta elementos discordantes que reflejan el carácter irónico de una escritora que hizo de la cotidianeidad el contenido de su poesía y en cuyo último poema hacía humor de su estancia en el hospital.
La poeta no guardaba una buena relación con los periodistas y, de hecho, concedió pocas entrevistas a lo largo de su vida, un asunto que ha dificultado la realización del documental. “Tuvimos que domesticarla para conseguir que hablara, y nunca llegó a ver la película entera, porque no quería verse filmada”, ha asegurado Katarzyna Kolenda, autora del documental.

De carácter incorregible, tampoco estuvo dispuesta a abandonar el tabaco a pesar de su avanzado cáncer de pulmón, que terminaría por arrebatarle la vida. También rechazaba a menudo viajes al extranjero, ya que no le gustaba salir, y la retirada del pasaporte que le impuso el régimen comunista polaco no le generó muchos inconvenientes. “Le fascinaba la popularidad que tenía su obra en España. Nunca llegó a visitar el país, pero su poesía viajaba con total facilidad”, reitera Rusinek.

A pesar de la enorme fascinación y entusiasmo con el que la premio Nobel acogió la llegada del comunismo al poder, en 1968, desencantada con la realidad, comenzó a enfrentarse a él y desde entonces no estuvo dispuesta a enarbolar la bandera de ninguna ideología. Hasta el 17 de noviembre, se podrá visitar una exposición que lleva viajando por el mundo desde el pasado febrero y que acerca el testimonio más íntimo de esta poeta. EFE_Víctor Usón

IMAGEN:  Fotografía facilitada por la Casa del Lector de uno de los 25 collages que reúne la exposición “Los collages de Wislawa Szymborska” . EFE