Uno de los museos más valorados por los amantes del arte en Nueva York, la Frick Collection, presentó su plan de ampliación, que aumentará hasta un tercio su espacio expositivo en el lado este de Central Park, con la apertura al público de la segunda planta y de una nueva azotea como novedades.

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El edificio neoclásico construido en el Upper East Side antes de la Primera Guerra Mundial por Carrère y Hastings afrontará entre la primavera de 2017 y principios de 2020 una nueva renovación y ampliación, explicaron desde el museo, con un proyecto que mantendrá intacta la armonía arquitectónica de la zona y el carácter recogido de la institución. “Desde que la Frick Collection abrió como museo hace casi ochenta años, nos hemos guiado por el mandato de su fundador, Henry Clay Frick (fallecido en 1919), para que su casa y colección exquisita ofrezcan inspiración y placer al público”, explicó el director de la Frick Collection, Ian Wardropper, que no quiso concretar el presupuesto del proyecto.

Davis Brody Bond es el estudio de arquitectura que se encargará de las obras, algo que ya hizo con la remodelación del pórtico del edificio en 2011, y en su proyecto incluyen un recibidor tres veces más grande que el actual y una azotea. Sin embargo, la pieza central de este proyecto (que se suma a las remodelaciones de 1935, 1977 y 2011) será la apertura del segundo piso al público por primera vez, lo que eran las antiguas estancias de la familia Frick, que ahora se destinarán a exponer obras de la colección, conocida por ser concisa pero de muy alta calidad.

Las preocupaciones se ciernen sobre la pérdida de esa calidad de “museo familiar” que hace a la Frick una de las instituciones más agradables para el visitante, pero los organizadores han prometido que la ampliación pretende “preservar la experiencia íntima del visitante en la mansión que han deslumbrado a los amantes del arte durante más de ocho décadas”. Además de la apertura de la segunda planta, una nueva sala se añadirá al primer piso, destinada a las exposiciones temporales, con lo que, en total, son 3.900 metros cuadrados los que la Frick añade a su espacio expositivo, creado por Henry Clay Frick para dar acceso al público a su colección de arte a principios del siglo XX.

Permanecerá abierto durante el proceso de remodelación:

Obras de Constable, Corot, Goya, El Greco, Velázquez, Ingres, Manet, Monet, Rembrandt o Renoir se pueden ver en este museo, alternativa a los grandes museos de la ciudad y que no cerrará sus puertas en ningún momento durante los trabajos de remodelación. “Hemos abordado este proyecto con respeto reverencial hacia la mansión Frick tal como fue construida en 1913-14 y a los añadidos de 1935, incluyendo la Biblioteca de Consulta de Arte”, explicó Carl Krebs, socio del estudio de arquitectura.

“La evolución de la Frick ha estado marcada por la combinación de un consistente vocabulario del diseño, una alta calidad arquitectónica y un respeto por los añadidos y los cambios introducidos”, añadió. El objetivo es hacer todavía más agradable la visita al museo y, además, potenciar la misión didáctica del museo a través de un nuevo centro de educación que tendrá auditorio con capacidad de 220 personas y una sala de estudio para seminarios, además de ampliar el espacio dedicado a la biblioteca.

La Frick Collection se suma a la “fiebre” de ampliaciones o reestructuraciones de museos de Nueva York, ya que el Whitney se trasladará en la primavera de 2015 a una nueva sede en el High Line en el bajo Manhattan y el MoMA prosigue su polémico proyecto de ampliación sobre el American Folk Art Museum.

IMAGEN:  Imagen de uso editorial cedida de uno de los museos más valorados por los amantes del arte en Nueva York, la Frick Collection, que presentó su plan de ampliación, que aumentará hasta un tercio su espacio expositivo en el lado este de Central Park. EFE/Davis Brody/Frick Collection