Responsables de la Fundación Thyssen-Bornemisza recurrirán la resolución del Tribunal de Apelaciones de California (EE.UU.) en la que se revoca la resolución del Juzgado de Distrito, que había desestimado la demanda en la que la familia Cassirer reclama la propiedad de un cuadro de Camille Pissarro.

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Según los abogados de la Fundación Thyssen-Bonrmisza, esta nueva resolución, que no es firme, se limita a resolver una cuestión procesal, y no se pronuncia sobre el fondo del asunto. La Fundación, se afirma en un comunicado, “es a todos los efectos la legítima propietaria del cuadro de Camille Pissarro “Rue Saint-Honore, après midi, effet de pluie” (Calle de Saint Honoré por la tarde. Efecto de lluvia), que se expone en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid”.

El estadounidense Claude Cassirer, ya fallecido, puso una demanda contra el Estado español y la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza reclamando la propiedad de esta obra. En mayo de 2012, el Juzgado de California desestimó la demanda en una sentencia que fue recurrida por la familia Cassirer ante el Tribunal de Apelaciones, que ahora revoca la decisión del juzgado.

Responsables de la Fundación, que gestiona el museo español, afirman que la entidad es la única y legítima propietaria del cuadro, supuestamente expoliado en la Segunda Guerra mundial, por lo cual la familia Cassirer fue indemnizada en 1958. La obra fue pintada por Camille Pissarro en 1897 y formó parte de la exposición que hasta el pasado mes de septiembre el Thyssen dedicó a este artista, uno de los más representados en su colección.

Desde la Fundación siempre se ha asegurado que la pintura “Rue Saint-Honore, après midi, effet de pluie” fue adquirida “válidamente”, y que ha poseído “pacíficamente el cuadro de forma ininterrumpida desde su adquisición” exhibiéndolo al público permanentemente en sus instalaciones, “por lo que no puede cuestionarse su condición de propietaria”.

El cuadro pertenecía según los demandantes a la abuela de Cassirer, Lilly Cassirer Neubauer, una mujer judía que logró huir de la Alemania nazi. Según los demandantes, en su intento por obtener el visado para salir del país, Lilly Cassirer fue forzada a entregar el Pissarro a un perito oficial designado por los nazis. Tras la guerra, Lilly Cassirer reclamó judicialmente la obra y en 1958 el Gobierno federal alemán la reconoció como su propietaria legal y le entregó 120.000 marcos como compensación. La familia perdió la pista del cuadro hasta que su nieto y único heredero, Claude Cassirer, descubrió en 2000 que estaba expuesto en el Museo Thyssen.

IMAGEN:  La baronesa Carmen Thyssen, posa ante la obra “Rue Saint Honoré por la tarde”. EFE/Archivo