Como un “tesoro”, la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos guarda con esmero una colección de fotos únicas de la Guerra Civil Española captadas por David Seymour “Chim”, uno de los mejores fotoperiodistas del siglo XX.

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A la vera del Capitolio y su majestuosa cúpula en el corazón de Washington, la también llamada Library of Congress custodia unos 158 millones de artículos -libros, fotos, mapas, carteles, filmes y manuscritos- que abarcan desde el siglo XV hasta la actualidad. La institución, considerada la mayor biblioteca del mundo, está de enhorabuena por la donación de 112 fotografías en blanco y negro de “Chim”, popular pseudónimo de Seymour, de las que un centenar reflejan escenas de la Guerra Civil Española (1936-1939).

“¡Nos han dado un tesoro!”, exclamó Beverly Brannan, comisaria del departamento de fotografía de la Biblioteca del Congreso, que no disponía, hasta la fecha, de imágenes de la lucha fratricida española recogidas por “Chim”. Los sobrinos del fotógrafo, Ben Shneiderman y su hermana Helen Sarid, obsequiaron a la Library con la colección el pasado año, si bien el proceso de catalogación y digitalización -con hasta tres resoluciones diferentes- concluyó recientemente. “Sus fotos de la Guerra Civil Española continúan siendo documentos históricos clave”, dijo Shneiderman, quien encabezó este jueves en la institución un acto para celebrar la donación.

Corresponsal especial en España:

Nacido el 20 de noviembre de 1911 en Varsovia y nacionalizado estadounidense en 1942, Seymour (cuyo alias, “Chim”, es una abreviación de la pronunciación francesa de su apellido polaco, Szymin) empezó a trabajar en 1934 para la revista “Regards”. Ese semanario izquierdista tenía su sede en París, donde el reportero gráfico polaco trabó amistad con dos jóvenes colegas, Robert Capa y Henri Cartier-Bresson, con quienes acabó fundando en 1947 la prestigiosa agencia internacional de fotografía Magnum.

Discreto, culto y buen conversador en ocho idiomas, “Chim” viajó como “corresponsal especial” de la revista a España tras estallar la Guerra Civil en julio de 1936, cuando el general Francisco Franco se sublevó contra el Gobierno democrático de la II República. En el conflicto, que causó centenares de miles de muertos y abrió el camino en 1939 hacia una dictadura que duró hasta el deceso de Franco en 1975, Seymour coincidió con Capa y la novia de éste, la fotógrafa Gerda Taro, quien perdió allí la vida en un accidente.

Con su inseparable Leica (su cámara favorita) al cuello, “Chim” puso la lente en la penuria de la población civil en la España republicana ante el devastador efecto de la contienda, a diferencia de Capa y Taro, más centrados en la sangre derramada en el frente. Como sostiene Carole Naggar, biógrafa del fotoperiodista, “Chim se dio cuenta de que la Guerra Civil Española fue la primera guerra que convirtió a los civiles en blanco” de los ataques.  La pasión de Seymour por el lado más humano del conflicto dio lugar a la famosa imagen “Amamantando a su hijo”, en la que una mujer da el pecho a su hijo en medio de una multitud durante un mitin político cerca de la ciudad española de Badajoz, en 1936. “Esta foto tiene mucha fuerza. Refleja la maternidad, la vulnerabilidad, la ansiedad y la incertidumbre de no saber qué va a pasar”, subraya Brannan, “muy contenta” de que esa icónica instantánea forme parte de la donación a la biblioteca, que conserva más de 2.000 libros y 123 carteles originales de la Guerra Civil.

Asimismo, las fotos donadas inmortalizan -entre otras estampas de la contienda española- una abarrotada cantina de un centro de refugiados, una misa en plena calle con altar de por medio o una fábrica de aviones en la que hombres y mujeres trabajan codo a codo. Tras el fin del conflicto en España, de donde salió ya como un reputado fotoperiodista cuyo trabajo había dado la vuelta al mundo, Seymour documentó en 1948 el impacto de la II Guerra Mundial (1939-1945) en los niños refugiados, un encargo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). En los años cincuenta, se erigió en el retratista preferido de estrellas de cine como Sophia Loren, Audrey Hepburn o Ingrid Bergman.

Ese plácido tramo de su carrera saltó por los aires en 1954, cuando su amigo del alma y entonces presidente de Magnum, Robert Capa, falleció al pisar una mina en Vietnam. “Chim” presidió la cooperativa fotográfica hasta que él también se topó con la muerte en Egipto, durante la Crisis de Suez, el 10 de noviembre de 1956, ametrallado mientras conducía para cubrir un intercambio de prisioneros. Sus compañeros de Magnum habían intentado disuadirle de que viajara al país árabe, pero Seymour sólo escuchó a su instinto de periodista: “Creo -les replicó- que no podemos permanecer al margen de los acontecimientos del mundo”.

IMAGEN:  Fotografía de la autoría de David Seymour “Chim” cedida por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, titulada “Tropas republicanas en acción”, de 1936. EFE