“La Fortuna”, un desnudo femenino del taller de Rubens, abre la nueva exposición del Museo San Telmo de San Sebastián. Es el prólogo de un recorrido por algunas de las obras que a partir del Renacimiento dieron una nueva interpretación al cuerpo humano, fruto de un interés en el que se cruzaron la ciencia y el arte.    

Canal Patrimonio_Ana Burgueño/Efe

“La invención del cuerpo. Desnudos, anatomía y pasiones”, que permanecerá abierta hasta el 17 de febrero, es una producción de San Telmo y el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, cuya directora, María Bolaños, es también la comisaria de esta muestra que reúne casi un centenar de piezas de los siglos XVI, XVII y XVIII.

Durero, José de Ribera, Juan de Juni, Alonso Cano, Pedro de Mena, Alonso Berruguete, “Tintoretto”, Carletto Veronese, Charles Le Brun y Zurbarán se encuentran entre los creadores de la exposición, cuyo epílogo se ha dejado en manos de “La Magdalena penitente” de Goya, con quien el “dogma anatómico” de las épocas anteriores empezó a desdibujarse. Los que le precedieron, del Renacimiento a la Ilustración, también habían dejado atrás antiguas convenciones, la plasmación del cuerpo humano al servicio casi en exclusiva del teocentrismo medieval.

“En el curso de la primera modernidad europea, se configuró una ‘civilización del cuerpo’ que atravesó las ciencias, ordenó el pensamiento, golpeó los sentidos, se expresó en imágenes fúnebres o festivas y fundó, en suma, un nuevo territorio de sensibilidad y conocimiento”, según destaca Bolaños en el catálogo de una muestra que, tras pasar por Valladolid, cerrará en San Sebastián su corta itinerancia.

Será, por tanto, la única oportunidad de ver reunidas estas obras, que proceden de diferentes colecciones: del Prado, el Louvre, la Biblioteca Nacional de París, la Galería Borghese de Roma, el Thysdsen-Bornemisza de Madrid, el Museo Tessé de Le Mans, el Bellas Artes de Orléans, y de otros museos como los de Bellas Artes de Asturias y Valencia y la Fundación Lázaro Galdiano. Pinturas, esculturas, relieves, dibujos, figuras articuladas y vaciados de escayola son algunas de las formas con las que esos autores representaron ese nuevo cuerpo humano, para lo que se acercaron también a la anatomía y confluyeron con el interés de los científicos, que recurrieron a los artistas para que ilustraran sus tratados.

Dibujos de esqueletos y disecciones del médico e investigador flamenco Andrés Vesalio, apuntes tomados directamente del cadáver de Tomasso Pillori y los que Juan Valverde de Amusco realizó para la “Historia de la composición del cuerpo humano” se pueden ver en esta exposición, al igual que los que hizo Giovanni Alfonso Borelli para entender el cuerpo como un ente mecánico. Se incluye igualmente el famoso grabado en color del francés Jacques-Fabien Gautier conocido como “Ángel anatómico” que tanto fascinó a los surrealistas, así como estudios del ojo humano de Charles Le Brun, pintor de cámara de Luis XIV.

Curiosos maniquíes anatómicos articulados, entre ellos uno tallado en madera de boj por Durero que procede del Museo del Prado, han sido también seleccionados para su exhibición junto a óleos imponentes como el “San Sebastián asistido por Santa Irene”, de Ribera, del Museo de Bellas Artes de Valencia, y “Venus y Cupido”, de Rubens, prestado por el Thyseen-Bornesmiza. El “Encuentro de Tamar y Judá”, de Tintoretto, es otro de los atractivos de una muestra que dedica uno de sus apartados a la visión del cuerpo femenino, del que en las sesiones de anatomía solo despertaba interés el aparato reproductivo.

Entre el poder “incuestionable” de un mundo dominado por los hombres, las mujeres artistas fueron prácticamente inexistentes y Artemisia Gentileschi fue una excepción. San Telmo muestra de ella “Alegoría de la pintura”, un óleo que destaca por su “insólita mirada del cuerpo humano”, una mujer recostada cuyo cuerpo semidesnudo irradia luz.

La colaboración entre instituciones para hacer posibles exposiciones como esta ha sido puesta de relieve por la jefa del área de Colecciones del Ministerio de Cultura, Reyes Carrasco, una idea que también ha subrayado María Bolaños, quien ha dicho que, pese a lo reticentes que suelen ser los museos para prestar sus obras, al Nacional de Escultura le ha merecido la pena ceder las suyas para esta muestra.

 

IMÁGENES: La particular visión del cuerpo humano de artistas como Juan de Juni, Berruguete, Ribera, Rubens, Juan Valdés, Goya y Zurbarán conforman la exposición “La invención del cuerpo: Desnudos, anatomía, pasiones”, que reúne en el Museo San Telmo de San Sebastián valiosas piezas procedentes del Prado, la Biblioteca Nacional, el Museo Thyssen, el Louvre, el Lázaro Galdiano y la Galleria Borghese. EFE