El Municipio de Quito y la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) presentaron la renovada Sala Capitular del convento San Agustín, una restauración que duró casi un año y en la que se invirtieron más de 274.140 euros.
Canal Patrimonio_EFE
La restauración comenzó el 18 de septiembre de 2013 con una inversión de 277.119 euros cofinanciada por el Municipio de Quito, a través del Instituto Metropolitano de Patrimonio, y por la Cooperación Española, a través de la AECID. Fuentes de AECID indicaron que con la intervención se recuperó el artesonado, el retablo y las esculturas, la pintura mural, la de caballete, la sillería, la tribuna, la mesa, los marcos y textiles de ese espacio histórico. El trabajo incluyó también el saneamiento de humedades en las criptas y la instalación de un nuevo sistema de iluminación y sonido, según el Municipio.
Equipo multidisdiplinar integrado por 25 profesionales:
“La Sala Capitular luce hoy como en sus mejores épocas, en este espacio con un gran valor patrimonial e histórico para los ecuatorianos donde se consagraron los principios de libertad, respeto, independencia y democracia, expresados en el Acta de Independencia”, agrega la nota municipal. En la restauración integral de la Sala Capitular trabajó un equipo técnico de 25 personas, compuesto por arquitectos, ingenieros, restauradores, auxiliares de restauración, carpinteros, técnicos de supervisión, talladores y obreros.
La Sala Capitular esta ubicada en el corredor oriental y, con 22,5 metros de largo, 7 metros de ancho y 6 metros de alto, es la habitación más grande del convento, situado en el centro histórico de Quito, catalogado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. El objetivo principal de su construcción era albergar a la comunidad agustina, por lo cual la sillería, trabajada en madera de cedro negro al natural, se distribuye alrededor de la sala, que tiene capacidad de acoger a unas 150 personas. El conjunto de sillería presenta el estilo barroco español (hoja de acanto, flores y frutos) acompañado de un modelo de concha que muestra a Santiago de Compostela.
Aula Magna de la Universidad de San Fulgencio:
Según los agustinos, antes de su inauguración, la sala fue utilizada como Aula Magna de la Universidad de San Fulgencio y después se la empleó para los Capítulos o reuniones en donde se organizaba el plan de acción comunitaria y elección de los responsables de su ejecución, que se realizaban cada 3 ó 4 años. El 16 de agosto de 1809 se permitió la entrada de personas seglares para firmar las actas de independencia en el convento, en cuya cripta fueron depositados los cuerpos de los patriotas tras la masacre del 2 de agosto de 1810.
La sala tiene un artesonado de estilo mudéjar con decoraciones florales y que está compuesto por 48 lienzos anónimos trabajados en el siglo XVIII, que conservan la coloración oscura característica de la Escuela Quiteña, según los agustinos.
IMÁGENES: Diferentes vistas de la Sala Capitular del convento San Agustín. EFE