El Cuadrado Negro de Kazimir Malévich, artífice en 1915 del suprematismo ruso que revolucionó el mundo del arte, marca el comienzo de una exposición en la galería Whitechapel de Londres que explora la relación del arte abstracto con la política y la sociedad.

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“Aventuras del Cuadrado Negro: Arte Abstracto y Sociedad 1915-2015”, recorre la evolución de ese estilo artístico en el último siglo, a través de cien obras de otros tantos artistas clásicos y contemporáneos, entre ellos dos españolas, Àngels Ribé y Ángela de la Cruz. Los trabajos de Malévich, que incluyen también “Negro y Blanco. Composición Suprematista” o “Cuadrilátero rojo”, son referencia de una generación posterior de artistas que también buscaron reflejar con su obra su contexto social.

“(El suprematismo) supuso el cambio más radical en un movimiento artístico. Es el punto de partida, la nueva idea de arte abstracto que interactúa con la sociedad y la política”, explica el comisario de la muestra, Magnus af Petersens. Los cien trabajos expuestos, en diferentes medios como pintura o fotografía, demuestran que el arte abstracto, y en particular la abstracción geométrica, está presente en todo el planeta, desde Buenos Aires hasta Londres pasando por Teherán o Pekín.

Orden cronológico y temático

Junto a Malévich, pueden verse obras de Carl Andre, David Batchelor, Dan Flavin, Andrea Fraser, Piet Mondrian, Gabriel Orozco, Hélio Oiticica o Lászlo Moholy-Nagy, que se inscriben en cuatro temas concebidos por la galería. Así, la exposición se presenta ordenada cronológicamente y separada bajo los conceptos de “Utopía”, “Arquitectónicos”, “Comunicación” y “Lo cotidiano”. De esta manera, se muestran las infinitas variaciones de imágenes geométricas que se utilizan para mostrar los cambios sufridos en política y sociedad.

“La división temática se inspira en los caminos y pensamientos que tomaron los artistas”, explica Petersens sobre una muestra que abre hoy al público, hasta el 6 de abril. “Utopía” sería pues lo que el creador se imagina como nuevo, el ideal de la sociedad, lo que está por encima de jerarquías y clases sociales. En “Arquitectónicos”, se enseña cómo la abstracción puede formar la base para transformaciones sociales, mientras que “Comunicación” examina la posibilidad de lo abstracto para movilizar los cambios radicales en la sociedad. Por último, “Lo cotidiano” sigue el camino de este tipo de arte dentro de todos los aspectos de la cultura visual, mostrado desde cualquier plataforma, desde logos corporativos hasta diseños textiles.

De las tres galerías que forman la muestra, en la primera, presidida por el “Cuadrado Negro” de Malévich, hay oras de 1915 a los años 80, que incluyen, en el apartado de “Utopía”, trabajos del también soviético Vladímir Tatlin y el brasileño Hélio Oiticica. “Arquitectónicos” presenta geometrías flotantes que proponen nuevos espacios sociales imaginados por Lyubov Popova (“Composición arquitectónica”) o Piet Mondrian (“Composición con amarillo, azul y rojo”). Las obras que reflejan “Lo cotidiano” aumentan en las otras dos salas, que van desde la década de los ochenta hasta el presente, e incluyen actos de la vida diaria y objetos en diferentes progresos estéticos. Destaca “CAMIÓN”, una sucesión de fotografías del peruano Armando Andrade Tudela, que expone motivos abstractos pintados en camiones de su país. Por último, el concepto de “Comunicación” refleja cómo las revistas, periódicos, libros y manifiestos han llevado mensajes de cambio a las masas a través de gráficos de vanguardia.  EFE_Alejandro Salazar

IMAGEN:  Fotografía facilitada por Collezione Maramotti, Reggio Emilia, de la obra “Auto Zone”, de Peter Halley, que forma parte de la exposición “Aventuras del Cuadrado Negro: Arte Abstracto y Sociedad 1915-2015”. EFE