El robo de bloques de piedra hace peligrar el futuro de uno de los sitios Patrimonio Mundial de la Unesco de Siria, las aldeas antiguas del norte del país, que han sobrevivido a bombardeos y enfrentamientos en estos más de seis años de guerra.

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Patrimonio Siria

El experto Ayman al Nabu, director del Centro de Antigüedades de Idleb, que vela por las piezas arqueológicas de esta provincia del norte de Siria, alerta de los peligros que acechan a ese lugar. “El mayor riesgo que afrontan las antigüedades de Idleb tras los bombardeos es la ruptura de la piedras de los sitios arqueológicos de la época clásica, como las Ciudades de los Muertos, para emplearlas luego en edificios de nueva construcción”, explica. Las Ciudades de los Muertos son aldeas antiguas del norte de Siria, que comprenden los restos de cuarenta poblaciones esparcidas entre las regiones de Idleb y Alepo, agrupadas en ocho parques arqueológicos. Según la Unesco, estas aldeas, que fueron construidas entre el siglo I y el VII d.C. y abandonadas entre los siglos VII y X, son una muestra de la transición del mundo antiguo pagano del Imperio Romano al cristianismo bizantino, con sus vestigios de iglesias y otros templos, cisternas, baños termales y otras edificaciones.

Al Nabu aclara que “no hay una parte determinada que sea la que esté rompiendo las piedras, sino que los sitios están cerca de terrenos privados y la gente usa esas piedras para erigir edificios nuevos”. Para acabar con esta práctica, su organización desarrolla una campaña de concienciación entre los ciudadanos y los grupos armados de Idleb, así como en escuelas y universidades, y mantiene contactos con la Unesco. Casi toda la provincia de Idleb está en poder de facciones islámicas y rebeldes, entre las que figura el Organismo de Liberación del Levante, la alianza de la exfilial siria de Al Qaeda. Al Nabu afirma que su centro se coordina con algunas organizaciones armadas de la región, “pero no con todas”, y con las autoridades civiles de la oposición para preservar las piezas arqueológicas. De hecho, “se están adoptando pasos administrativos con el Consejo de la Ciudad de Idleb para llegar a un memorando de entendimiento que garantice” que los consejos locales (opositores) de cada lugar les “ayuden a proteger las zonas arqueológicas”. Además, están buscando aprobar medidas legales para evitar el contrabando y detener a todo aquel que extraiga antigüedades ilegalmente.

Nula colaboración de las autoridades sirias

El organismo de Al Nabu no colabora con las autoridades de antigüedades de Siria, porque, se queja, aún no ha visto ningún comunicado o declaración en el que hayan condenado “los bombardeos de los aviones del régimen contra puntos de Idleb, como Maarat al Numan u otros sitios”. De acuerdo con sus datos, en la provincia hay 760 sitios arqueológicos de distintas épocas, como la clásica y la islámica, y dos museos, el de Idleb y el de Maarat al Nuaman, “con una importancia histórica relevante”. Los expertos del Centro de Antigüedades de Idleb se han convertido en guardianes de esos lugares, dedicados a la documentación, preservación y, en algunos casos, rehabilitación, siempre que las condiciones lo permiten. “Hay muchos grupos en Idleb que extraen las antigüedades y las venden, no sabemos si todo lo hacen a través de la frontera con Turquía o Irak, aunque la mayoría es a través del territorio turco”, apunta Al Nabu, que llama la atención sobre el hecho de que en ocasiones pasan por la frontera con el Líbano a través de áreas bajo el dominio del Gobierno.

Para evitar el expolio, el Consejo de Antigüedades de Idleb tiene más de 1.700 artefactos arqueológicos bajo su supervisión en almacenes secretos hasta que puedan ser devueltos a los museos, “cuando se restablezca la seguridad y se detengan los bombardeos”. Ahora, este organismo está enfrascado en un proyecto para documentar con planos en tres dimensiones todos los sitios arqueológicos de la región, para facilitar en el futuro la rehabilitación de los que estén dañados. “La protección de las antigüedades es importante porque han sido creadas por el ser humano y forman parte de la historia de la civilización y de la humanidad”, declara Al Nabu. EFE_Susana Samhan

 

IMAGEN: Vista de varias de las piezas expuestas en la exposición ‘Tesoros del Patrimonio de Siria’, que incluye 89 antigüedades robadas de Siria y que habían sido objeto de contrabando en el extranjero en el Museo Nacional de Damasco (Siria). EFE/Archivo