Las innovadoras nociones que Eduardo Chillida tenía del espacio, la gravedad y el equilibrio quedan patentes en nueve esculturas gigantes que componen la exposición estrella de los jardines del Rijksmuseum de Ámsterdam para este verano.

Canal Patrimonio_Imane Rachidi    

“A pesar de ser un número limitado de obras, es una buena elección que permite ver a la perfección los detalles que Chillida ha aportado al mundo del arte en general y a las esculturas en particular”, explicó Alfred Pacquement, ex director del Centro Pompidou de París y comisario invitado en esta exposición.

Los jardines del museo holandés que acogen estas piezas de acero forjado y granito elaboradas por Chillida (1924-2002), el escultor del acero que retó las leyes del espacio, estarán abiertas al público a partir de hoy viernes y hasta el próximo 23 de septiembre.

La exposición veraniega, que incluye obras como el “Arco de la Libertad” (1993) y “Homenaje a Calder” (1979), espera atraer a cientos de miles de curiosos, ya que los próximos meses de buen tiempo son la época de aumento del turismo en esta ciudad holandesa.

Según señaló Ignacio Chillida, hijo mayor del artista, esta es “una gran oportunidad” para dar continuidad a las muestras internacionales de las esculturas del artista vasco, uno de los más importantes innovadores de la posguerra. “Volver a mostrar las obras de Chillida es una buena razón, pero la otra es que estamos trayendo estas esculturas al mismísimo Rijksmuseum de Ámsterdam, y eso no es cualquier cosa”, celebró Ignacio Chillida, entre agradecimientos a Pacquement, experto en las obras de su padre.

En la exposición en el museo holandés -al igual que ocurre en el Chillida-Leku– no hay separación física entre los visitantes y las esculturas colocadas en el jardín, un deseo particular del escultor, que buscó siempre el contacto visual pero también físico entre el observador y su obra.

Esculturas que se pueden tocar y sentir

“La gente no solo tiene la oportunidad de ver, sino de entrar dentro de cada una de estas esculturas. Normalmente, en este tipo de exposiciones, no se puede tocar la obra por seguridad, pero en este caso esta norma no existe. Esto era una cuestión muy importante para Chillida, que sus trabajos se puedan tocar y sentir”, afirmó el comisario.

Su trabajo combina “la abstracción moderna con las técnicas artesanales tradicionales”, en particular forjar hierro, según desgrana Pacquement, quien considera que Chillida utilizó el material “de una manera audaz y espectacular” para construir sus esculturas.

Las nueve esculturas han sido prestadas por diferentes centros culturales españoles y extranjeros, como el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, la Colección Peggy Guggenheim de Venecia -uno de los museos más importantes de Europa-, y la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce en Hernani (Guipúzcoa).

“Son trabajos de grandes dimensiones, cada uno de ellos está seleccionado por una razón específica y de manera que se puedan mostrar las características de su obra y lo sorprendente de su trabajo. Son piezas muy impresionantes”, agrega Pacquement.

Esta exposición reúne un excepcional grupo de obras a gran escala, de diferentes períodos, que, según el museo, ejemplifican el compromiso de Chillida con las nociones complementarias de plenitud y vacío, espacio interior y exterior, gravedad y equilibrio.

Chillida no es el primer artista español con obras expuestas en los jardines del Rijksmuseum. En 2015 fue el turno de Joan Miró, de quien se exhibieron veintiuna esculturas, de hasta cuatro metros de altura. “Estaba previsto que las obras de Chillida quedaran maravillosamente en los jardines del museo, y así es como han quedado. Estamos encantados con el resultado”, concluye Ignacio Chillida, responsable de la mayoría de las exposiciones de las obras de su padre dentro y fuera de España.    

 

IMÁGENES: Fotografías facilitadas por el Rijksmuseum de Ámsterdam de las esculturas “Arco de Libertad” y “Estela a Millares” del escultor Eduardo Chillida, dos de las nueve obras que se exponen en el museo holandés. EFE