Durante décadas obras maestras de Van Gogh y Seurat agasajaron la mirada de los invitados de la mansión de la acaudalada familia Mellon en la Virginia rural, y ahora volverán a la luz pública tras la muerte de Rachel “Bunny” Mellon, quien las legó de manera póstuma a la National Gallery of Art de Washington.

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Entre ellas, y de un total de 62, figuran joyas pictóricas de Vincent Van Gogh como “Bodegón de naranjas y limones con guantes azules” de 1889 o “El Sena con ropa en la orilla” de Georges Seurat de 1884, que aunque conocidas, llevaban medio siglo sin salir de la casa de los Mellon en Upperville (Virginia). Completan, además, el fascinante legado lienzos de otros grandes del impresionismo francés como Claude Monet o Edgar Degas.

Tal es su rareza que la gestora de la sección de impresionismo francés del museo, Kimberley Jones, señaló que en varios casos ella misma se había mostrado sorprendida al ver las pinturas en directo. “Muchas de ellas la última vez que fueron vistas en público fue en 1966. Es deslumbrante observar la riqueza de matices. Yo misma solo conocía algunas por fotografías”, dijo al comentar los lienzos que acaban de llegar esta semana al departamento de conservación. De hecho, Jones explicó: “en el caso de un cuadro de Degas, ‘Los jinetes’ de 1885, casi me caigo al contemplarlo, me dije “wow”, es mucho más hermoso de lo que pensaba”.

Bunny Mellon, la esposa del banquero y filántropo Paul Mellon, entregó otras 48 obras desde 1999, fecha del fallecimiento de su marido, como parte de esta colección. Algunas de ellas poseen un valor astronómico, como es el caso de “Campos de trigo verdes, Auvers”, también del genio holandés, que se considera uno de los últimos trabajos de Van Gogh antes de su suicidio en 1890 y que ya se exhibe al público. No obstante, lo especial de esta última entrega, agregó Jones, es que “son las (obras) más queridas por Bunny Mellon, con las que convivió hasta su muerte”.

Discreta familia de filántropos:

Estas obras suponen un nuevo añadido a la fastuosa colección de la pinacoteca de la capital estadounidense, institución que precisamente fue levantada en 1937 con fondos suministrados por el padre de Paul, Andrew Mellon, exsecretario del Tesoro de EE.UU. Paradójicamente, pese a ser una de las mujeres más ricas de EE.UU. y confidente íntima de personalidades como Jackie Kennedy o Onassis, Bunny Mellon fue siempre conocida por su discreción. “Es mejor que no se note nada”, fue una de sus frases legendarias, recogida en una de las pocas entrevistas que concedió, y un lema que aunque referido a la jardinería extendió a su propia vida.

Bunny Mellon murió de causas naturales a finales de marzo a los 103 años en la famosa residencia de la familia en la Virginia rural rodeada de sus grandes pasiones: la jardinería, de la que era una experta, la asombrosa colección de arte y los caballos que su esposo crió con celo. Fue precisamente ella quien diseñó y renovó el Rose Garden, el jardín de rosas de la Casa Blanca, por encargo de la entonces primera dama, Jackie Kennedy, en 1961. Con su muerte, por tanto, concluye una de las grandes familias de filántropos y coleccionistas de arte que se remonta a hace más de un siglo.

En 1920 y 1930, la riqueza de la familia Mellon, con inversiones en el sector petrolero, industrial y bancario, solo era superada por las de otros grandes magnates de EE.UU.: John D. Rockefeller y Henry Ford. Su fortuna actual, aunque no es lo que era, es difícil de concretar, ya que está repartida en varios fondos de inversión. Pero entre sus posesiones inmobiliarias figuran dos mansiones en Cape Cod y la isla de Nantucket (Massachusetts), dos apartamentos de París, un palacete en Nueva York y la mansión familiar de Virginia de 1.600 hectáreas.

Por ello, y como celebración de una de sus principales familias de donantes, el gran museo de Washington, de entrada gratuita al ser parte de la institución Smithsonian, planea una gran exposición con la colección completa de Paul y Bunny Mellon para 2016.
“Será nuestra manera de agradecer la labor de los Mellon, probablemente los últimos y más grandes coleccionistas de arte de EE.UU. del siglo XX”, apuntilló Jones. EFE_Alfonso Fernández

 

IMAGEN: Fotografía cedida por la Colección Mr. and Mrs. Paul Mellon de “El Sena con ropa en la orilla” de de Georges Seurat de 1884, óleo sobre tabla, que aunque conocidas, llevaba medio siglo sin salir de la casa de los Mellon en Upperville (Virginia). EFE