Las persistentes lluvias que en los últimos días han caído sobre Santiago de Compostela han puesto de manifiesto los problemas estructurales de la catedral, que ha empezado a “chorrear” agua en partes importantes del edificio.
Canal Patrimonio
El director de la Fundación Catedral de Santiago, Daniel Lorenzo, ha dicho que no por ser algo que ya se conocía el problema es menos grave. “Era algo que ya se conocía; las fragilidades del inmueble se hacen más notables cada día que pasa, y con agua y viento todavía se hacen más evidentes”, ha afirmado.
En estos momentos en algunas partes del templo catedralicio, algunas muy destacadas desde el punto de vista histórico, se ven los cubos colocados debajo de las goteras para evitar que el suelo se encharque. También desde el exterior del templo se puede ver una lona azul que cubre parte de la cubierta sobre la capilla del Pilar.
Lorenzo ha comentado que los técnicos que actualmente trabajan en la torre norte de la catedral explican que cuando se abren las juntas entre los sillares “brota agua”. “Está todo encharcado”, ha indicado Lorenzo.
Una de las partes importantes del templo por donde está entrando gran cantidad de agua estos días es el cimborrio, “pero en las capillas también tenemos ese problema”. Así, la capilla del Cristo de Burgos o la de la Comunión sufren estos días las persistentes y, por momentos, intensas lluvias que caen sobre Santiago, lo mismo que las terrazas del claustro y que, según el director de la Fundación Catedral, “está afectando a la propia estructura de la piedra”.
Lorenzo ha explicado que todas las cubiertas del templo necesitarían “una intervención muy potente”, como se recoge en el plan director del inmueble. “Los encuentros de las distintas fases constructivas del templo y las propias cubiertas necesitarían una intervención integral. Este es un edificio muy complicado”, ha concluido.
IMAGEN: Vista aérea tomada de la plaza del Obradoiro y la catedral de Santiago de Compostela. EFE/Archivo