El Museo del Prado abre hoy las puertas de la retrospectiva dedicada al pintor francés Jean Auguste Dominique Ingres, tras la inauguración oficial celebrada ayer, todo un acontecimiento cultural, presidido por la Reina Letizia. La muestra constituye una oportunidad única para disfrutar de la obra del autor francés, que está ausente de las colecciones públicas españolas.

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Doña Letizia frente a la Gran Odalisca
Con el sencillo título del apellido del artista francés, “Ingres”, que vivió entre 1780 y 1867, la pinacoteca reúne más de 60 cuadros y dibujos que conforman la primera monográfica que se dedica en España a un pintor clave para entender el arte del siglo XIX y su posterior influencia en los movimientos del siglo XX. Los comisarios Vincent Pomarède, del Louvre, museo que ha colaborado con importantes cesiones para la muestra, y Carlos G. Navarro, han diseñado punto por punto el recorrido que se exhibirá durante los próximos cuatro meses y que ha sido posible gracias a la colaboración de Fundación AXA.

Tres obras claves

La reina Letizia, encargada de la inauguración, posó frente a tres de las obras de la exposición. Primero se detuvo ante “El sueño de Ossian”, procedente del Museo de Ingres de Montauban, un cuadro de gran tamaño donde aparece Ossian, personaje de la mitología irlandesa, dormido y apoyado sobre un arpa mientras en la parte superior se desdibujan otros personajes soñados por él. El segundo lienzo elegido fue uno de los más conocidos de Ingres y que de hecho sirve de portada al catálogo de la exposición, “La gran Odalisca”, cuya presencia en Madrid tiene gran relevancia por cuanto han sido muy pocas las ocasiones en que ha salido del Museo del Louvre. Es, además, una de las obras de mayor influencia en la pintura moderna y forma parte de la colección de desnudos femeninos de Ingres congregada para esta ocasión, como “El baño turco”, donde también consagra la contemplación sensual de la feminidad y revela su entusiasmo por el cuerpo de la mujer. En la última sala del recorrido, doña Letizia ha observado con atención el magnífico retrato “La condesa de Haussonville”, donde la protagonista es retratada de pie mientras mira directamente al espectador, quien al mismo tiempo puede ver reflejada en un espejo la parte posterior de su cabeza y cuello.

Obra de la exposición dedicada a Ingres

Un completo recorrido cronológico-temático

Otras obras que han viajado hasta Madrid son “Monsieur Bertin”, emblemática por cuanto supone para la historia del retrato psicológico, “La señora Moitiessier”, “Napoleón I en el trono imperial”, “Edipo y la Esfinge”, “Ruggiero libera a Angélica” o “Virgilio lee la Eneida”, representativas de los muy diversos temas que utilizó en su trayectoria. En palabras de Miguel Zugaza, director del Prado, las más de sesenta obras escogidas van a permitir acercar a los visitantes “a una de las cotas más altas de la pintura europea del siglo XIX”.

La exposición presta especial atención al género retrato y a sus desnudos femeninos cargados de sensualidad, pero también  da cuenta de su atracción por la pintura histórica o de su relación con la pintura religiosa. Y es que “Ingres”  propone un recorrido cronológico-temático por la trayectoria artística del pintor en su totalidad mostrando al maestro en todo su esplendor. Así, la muestra comienza con una seductora imagen del artista con la energía de su primera juventud, procedente del Metropolitan Museum of Art de Nueva York y se cierra con el Autorretrato de Ingres a la edad de 78 años, llegada de la Galería de los Uffizi de Florencia, que trasmite la señera autoridad del maestro en sus últimos años.

 

IMÁGENES:  La Reina Letizia posa  junto a la obra del pintor francés Jean Auguste Dominique Ingres, ‘La gran Odalisca”, mientras un grupo de personas observa ” La Condesa de Hausson Ville”. EFE