Un historiador y una arqueóloga han localizado el lugar en el que se alzaba el mesón en el que se armó caballero Don Quijote de la Mancha, una venta medieval que estuvo abierta durante más de dos siglos junto a la actual ermita de Manjavacas, en el término municipal conquense de Mota del Cuervo.

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A medio año del cuarto centenario de la publicación de la segunda parte del Quijote, en 2015, el archivero e historiador Francisco Javier Escudero y la arqueóloga Isabel Sánchez Duque han hablado  sobre ese lugar en el que se levantaba la venta mesón medieval de la Encomienda de la Torre de Vejezate (actual Socuéllamos, Ciudad Real). Estaba situada en el llamado ‘camino de los valencianos’ o camino de Toledo a Murcia y hoy es un campo sin cultivar, ubicado entre dos viñas y a unos 500 metros de la ermita de Manjavacas.

Escudero y Sánchez Duque llevan tiempo investigando sobre la ruta que inspiró a Miguel de Cervantes para escribir el Quijote y trabajan en la colección denominada ‘Tierra del Quijote’, que publica la editorial alcarreña Aache y quiere dar a conocer historias, memorias, anécdotas y lugares por los que paseó don Quijote de la mano de Cervantes. Se trata, explica la arqueóloga, de “un estudio diferente del Quijote, menos literario y más de mostrar cómo sería ese paisaje, desde la perspectiva arqueológica y documental”.

La reconstrucción de la ruta de Don Quijote:

De esta forma, han reconstruido la ruta que llevó el Quijote según los “pocos datos” que ofrece la novela y la “mucha” documentación que han examinado en los archivos, entre ellos el Archivo Histórico Nacional y el de Simancas. Escribe Cervantes en el capítulo II del Quijote: “mirando a todas partes por ver si descubriría algún castillo o alguna majada de pastores donde recogerse y adonde pudiese remediar su mucha necesidad, vio, no lejos del camino por donde iba, una venta, que fue como si viera una estrella que, no a los portales, sino a los alcázares de su redención le encaminaba”.

Francisco Javier Escudero e Isabel Sánchez Duque han llegado a la conclusión de que saben donde estaba ubicada la venta en la que se armó caballero, que incluía casa, patio, cocina, zona de hospedaje y caballerizas, entre otras instalaciones, y se extendía en unos 2.000 metros cuadrados de superficie.  “Era una venta bastante potente”, asegura Escudero, y añade que era el “único” establecimiento que había en el camino de Toledo a Murcia.  “El listado de clientes no lo tenemos -asegura el historiador-, pero la lógica nos lleva a pensar que Cervantes pasó por allí varias veces”.

Por su parte, la arqueóloga añade que no han excavado el lugar, pero han encontrado indicios importantes de intensa actividad entre los siglos XV al XVII, en particular mucha cerámica. Escudero y Sánchez Duque tienen constatada la actividad en este mesón desde durante al menos dos siglos y también han datado la importancia de Manjavacas desde la Edad del Bronce. A mediados del siglo XV, el comendador de Vejezate tenía en Manjavacas una pequeña dehesilla para la cría de ganado mayor, una ermita y una venta en la que se cobraba el portazgo a los caminantes que cruzaban y que sería en la que Don Quijote se armó caballero.

En 1688 todavía quedaban varias paredes de la venta en pie pero en 1701 ya estaba totalmente derrumbada y únicamente quedaba el solar. Hoy día, la zona se enmarca en el espléndido complejo lagunar de Manjavacas, una reserva natural de 742 hectáreas que se distribuye entre los términos de Mota del Cuervo (Cuenca) y Pedro Muñoz (Ciudad Real). La colección ‘Tierra del Quijote’ se presentará en la Casa Museo de Cervantes de Alcalá de Henares (Madrid) el próximo 12 de junio. EFE_Lidia Yanel

IMAGEN:  Fotografía facilitada por el historiador Francisco Javier Escudero de la actual ermita de Manjavacas, en el término municipal conquense de Mota del Cuervo, junto a la cual se alzaba el mesón en el que se armó caballero Don Quijote de la Mancha, una venta medieval que estuvo abierta durante más de dos siglos. EFE/Francisco Javier Escudero