Un total de 8.500 piezas, clasificadas como tesoros por contener metales preciosos como oro o plata, fueron encontradas en el Reino Unido por arqueólogos aficionados o “cazatesoros” entre 1997 y 2012, según las informaciones facilitadas por responsables del Museo Británico.

Canal Patrimonio

MuseoBritánico_EFE

Monedas insólitas, anillos y broches de oro o de plata, algunos de más de 1.200 años de antigüedad, son comunes en el botín que encuentran algunos arqueólogos aficionados gracias a sus detectores de metales y que después llevan al departamento de Pequeñas Antigüedades del museo londinense. Allí, se inicia un proceso de verificación que dura varios meses, en el que los expertos determinan qué objetos son auténticos tesoros.

Los últimos datos, muestran que de los 74.000 objetos que se encontraron en 2012, casi mil han sido clasificados como tesoros por el Museo Británico. Desde 1997, esa galería, que alberga la mayor colección de antigüedades egipcias del planeta, ha recibido 900.000 objetos para verificar, de los que 8.500 han sido clasificados como tesoros.

Una forma de reescribir la historia:

“Los objetos encontrados por personas anónimas están reescribiendo la historia”, señaló Neil MacGregor, director del museo británico, al tiempo que apuntó que gracias a ellos “sabemos más de las personas que vivieron y trabajaron en el pasado. Muchos de los objetos encontrados acaban expuestos en museos en ciudades de todo el país, gracias a la generosidad de sus descubridores”, añadió.

Según anunciaron los responsables de la sala que alberga la piedra Rosetta, la fascinación del público por la arqueología está creciendo, influenciada por el documental “Britain’s Secret Treasures (Los tesoros secretos de Gran Bretaña)” de la cadena de televisión ITV, sobre tesoros hallados en el país.

Entre las piezas más valiosas encontradas por los “cazatesoros” en los últimos años figuran un insólito alijo de joyería de plata anglosajona, encontrado en Norfolk (este de Inglaterra); unas monedas romanas del siglo II d.C., descubiertas en Cheshire (noroeste de Inglaterra), y una jarra de plata posmedieval, que apareció en Dorset (suroeste de Inglaterra).

IMAGEN:  Visitantes en la entrada del Museo Británico de Londres. EFE/Archivo