Los tres hijos de Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, la “Duquesa roja“, reclaman como parte de su herencia los fondos con los que la aristócrata creó la Fundación Casa Medina-Sidonia, con uno de los archivos más importantes de Europa, en un juicio que comienza mañana hoy.

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Fondos Casa Medina Sidonia

La posibilidad de que, de aceptarse los argumentos de los hijos, este patrimonio, catalogado como Bien de Interés Cultural, pueda dispersarse ha llenado de incertidumbre el futuro de la Fundación Casa Medina Sidonia, con sede en el Palacio de los Guzmanes de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). En defensa de su unidad se ha lanzado una plataforma ciudadana que ha reunido más de 3.000 adhesiones, entre otras de escritores como José Manuel Caballero Bonald, Luis García Montero, Almudena Grandes o Eduardo Mendicutti, y el apoyo de instituciones como la Junta de Andalucía, la Diputación de Cádiz y el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda con el objetivo de preservar la unidad del legado de la Casa Medina-Sidonia y su servicio público.

Este fue el objetivo con el que la “Duquesa roja”, nombre que se le dio por la lucha antifranquista de esta aristócrata que pasó por la cárcel y el exilio, constituyó hace diecisiete años esta Fundación, a la que legó un patrimonio que como su principal “joya” tiene un archivo con más de seis millones de documentos, los más antiguos del siglo XIII. Cuando firmó su último testamento, diez años después de que la fundación estuviera constituida y ocho años antes de su muerte el 7 de marzo del 2008, la “Duquesa roja” consideró que esos bienes que había donado estaban ya fuera de su patrimonio y por eso no los incluyó en este herencia.

No es lo que piensan sus tres hijos, que en ningún momento impugnaron este proceso hasta que hace tres años, cuando cada uno por separado y el mismo día, interpusieron sendas demandas en las que reclaman la inoficiosidad de la Fundación Casa Medina Sidonia y que los bienes que la integran, el Palacio y el Archivo General, se integren en su caudal hereditario. Con ello, creen que la duquesa donó más bienes de los que podía.

¿Un archivo que no tiene precio?

Los tres hijos (Leoncio, Pilar y Gabriel) reclaman que a ellos les corresponde dos tercios de estos bienes: uno a repartir entre los tres hermanos y otro para el mayor de ellos, el actual Duque de Medina Sidonia, como heredero universal, y mantienen que su madre sólo podía donar lo que se conoce como el tercio de libre disposición. En el proceso se ha dado una valoración de esos bienes de sesenta millones de euros, algo que José Gómez Villegas, portavoz del patronato de la Fundación Casa Medina Sidonia, considera “pura teoría” dada la imposibilidad de traducir a ninguna moneda el valor de un archivo que reúne documentos desde la Edad Media de diferentes casas nobiliarias y que se ha convertido en un centro de referencia para los historiadores.

El procedimiento también se dirige contra el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, al que reclaman la antigua iglesia de La Merced, que la duquesa cedió al municipio en el que vivió tras su exilio y hasta su muerte, y contra Liliane Dahlmann, viuda de la “Duquesa roja” y presidenta de la Fundación. A ella, los herederos de la duquesa también le discuten las ventas que su madre le hizo poco antes de su muerte. “No son en realidad ventas, pues no hay evidencia de pago real, sino donaciones o liberalidades a su favor, por lo que deben ser integradas al caudal hereditario y repartidas con los demás herederos, entre los que ella misma se encuentra”, explica Leoncio Alonso G. Álvarez de Toledo en una entrevista publicada por Diario de Cádiz.

En esta entrevista el actual Duque de Medina Sidonia reconoce que el archivo “no se puede fragmentar de ninguna forma porque está protegido en su integridad por leyes muy firmes, tanto a nivel de Estado como de la Junta de Andalucía” y que “tampoco” está en su “intención” ni puede concebir “la idea de su fragmentación. Esta firme convicción no es en absoluto contradictoria con la defensa de los derechos hereditarios”, asegura el duque, tras afirmar que su objetivo en este pleito es “evitar la desvinculación real de los titulares de la casa de Medina Sidonia, de presente a futuro, con el núcleo de su memoria natural y documental”. Este complicado pleito será resuelto a partir de hoy en un juicio que se celebra a lo largo de catorce sesiones en el juzgado número 1 de primera instancia de Sanlúcar de Barrameda.  EFE_Isabel Laguna

IMAGEN: El futuro de la Fundación Casa Medina Sidonia, con un archivo de seis millones de documentos, pende de un juicio que se celebrará el próximo otoño, en el que los tres hijos de Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura reclaman que ese patrimonio forma parte de su herencia. En la imagen de archivo febrero de 2014, Lilianne Dhalman, presidenta de la Fundación, posa en la biblioteca. EFE/Archivo