En las últimas estribaciones de Sierra Morena, a apenas ocho kilómetros de Córdoba, se encuentra Medina Azahara, desde donde el Califato de los Omeyas gobernó el mundo durante el siglo X. El yacimiento arqueológico, declarado Bien de Interés Cultural en 1923, se encuentra en la actualidad en fase de restauración de las zonas escavadas.

Redacción Canal Patrimonio

Conjunto Arqueologico Medina Azahara 2- EFE- 22072013

Medina Azahara (“La ciudad brillante”) fue fundada por el primer califa de Al-Ándalus, Abderramán III, de la dinastía Omeya, en el 936, siete años después de proclamar el Califato de Córdoba, el de mayor esplendor político, social y económico de la España musulmana, que hizo de Córdoba la ciudad más avanzada de su época. El motivo de su fundación respondió a necesidades “políticas e ideológicas”, explica el director del conjunto arqueológico, José Escudero, ya que Medina Azahara se convirtió en la sede del gobierno y residencia del califa.

El esplendor de la ciudad quedó reducido a ruinas menos de cien años después de su construcción al ser “destruido y saqueado durante la guerra civil que puso fin al Califato de Córdoba en 1010”, saqueos que perduraron con la reconquista cristiana y con el “auge elitista” siglos después. Escudero asegura que los ricos materiales de Medina Azahara fueron utilizados en construcciones tan emblemáticas como la Giralda y el Alcázar de los Reyes Cristianos de Sevilla, mientras que otras piezas también pasaron a formar parte de colecciones privadas y hoy día se pueden encontrar en los catálogos de prestigiosas casas de subastas internacionales.

El gran excavador
No fue hasta 1911 cuando comenzaron las primeras excavaciones de la ciudad a cargo de Ricardo Velázquez Bosco, en aquel entonces arquitecto conservador de la Mezquita de Córdoba y que “buscaba en Medina Azahara datos y materiales para reconstruir las portadas de la catedral cordobesa”. Hasta su muerte en 1923 se logró excavar la residencia real, una serie de zonas dentro del Alcázar y se llevaron a cabo unas catas para delimitar el perímetro de la ciudad. En ese momento, se creó una comisión cuyo integrante más activo fue Félix Hernández, el “gran excavador” de Medina Azahara, quien logró extraer la parte central del alcázar y acometió las importantes restauraciones del Salón Rico o de Abderramán III, quizás la zona más emblemática del palacio.

Conjunto Arqueologico Medina Azahara- EFE- 22072013
Modernización e internacionalización
Tras 65 años de excavaciones se lograron descubrir cerca de 200.000 metros cuadrados del yacimiento y a partir de entonces las labores, a cargo del arquitecto Rafael Manzano, se centraron en las restauraciones de edificios. En 1985 la Junta de Andalucía asumió la titularidad y gestión de Medina Azahara y comenzó una fase de modernización del yacimiento, sin acometer nuevas excavaciones, para adecuarlo a las necesidades museísticas de hoy. El punto de inflexión respecto a la internacionalización de Medina Azahara llegó en el 2011 con la exposición “El esplendor de los Omeyas cordobeses”, inaugurada por los reyes de España y el presidente de Siria. Fue la primera vez que casi trescientas piezas procedentes de España, Qatar, Jordania, Francia, Arabia Saudí, Siria, Marruecos, Túnez, Gran Bretaña, Alemania y Kuwait, entre otros, se mostraron juntas en un espacio que se situó en el mismo contexto cultural e histórico que los objetos expuestos.

Patrimonio de la Humanidad
Desde entonces, los gestores del yacimiento trabajan para lograr la declaración de Medina Azahara como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco, aunque existen diversos obstáculos que hacen inviable el reconocimiento por el momento. La presión urbanística a la que ha sido sometido el yacimiento, con la proliferación de numerosas parcelas ilegales en su entorno, parece controlada con la delimitación de la zona BIC, por lo que la “protección está garantizada con la legislación vigente”, asegura Escudero. El yacimiento ya cuenta con las infraestructuras básicas de accesos y museísticas que lo hacen atractivo para el visitante, mientras que el principal objetivo es finalizar las restauraciones y conservaciones de los edificios emblemáticos, como el del Salón Rico, antes de iniciar más excavaciones.  Quizás la futura Ley de Mecenazgo que prepara la Junta pueda abrir la puerta a la inversión privada que permita acelerar la recuperación del símbolo del poder Omeya y que Medina Azahara pueda ser de nuevo centro cultural del mundo.

IMÁGENES: José Escudero, director del conjunto arqueológico de la ciudad palatina, que se encuentra en las últimas estribaciones de Sierra Morena, símbolo del poder de la dinastía de los Omeyas, que gobernaron en el mundo desde Córdoba a principios del siglo X. EFE