El Museo de Historia de Madrid, ha reabierto sus puertas y,  tras 14 años de obras por fases para su completa renovación, muestra en una importante colección artística cerca de 840 años de su historia desde que el rey Felipe II la eligiera como capital de su imperio hasta las primeras décadas del siglo XX.

Canal Patrimonio_EFE

CanalPatrimonio_MuseoMadrid_EFE

Ubicado en el antiguo Hospicio de Madrid, en la calle de Fuencarral 78, construido entre 1721 y 1726 por el arquitecto Pedro de Ribera, declarado monumento histórico-artístico en 1919 considerado una obra maestra del barroco madrileño, el museo ha estado en obras desde el año 2000. La intervención, desarrollada en tres frases, ha hecho posible que el Museo se haya mantenido abierto parcialmente al público la mayor parte del tiempo en que han transcurrido las obras (2002-2010) y mantenido su actividad en materia de conservación, difusión e investigación.

Al mismo tiempo, el equipo del museo, dirigido por Eduardo Salas, ha abordado la elaboración de un nuevo proyecto museológico, reestructurando sus colecciones para, desde éstas, plantear un nuevo discurso de la exposición permanente de carácter innovador que permita mostrar la evolución urbanística, histórica y social de Madrid. La intervención realizada incluye la ampliación en el patio, configurado como nuevo eje de la visita, y que incorpora una superficie útil aproximada de 2.100 metros cuadrados, mientras que la rehabilitación de la capilla está todavía pendiente.

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que ha inaugurado este centro, ha destacado que reúne las piezas de mayor valor patrimonial de todas las colecciones municipales y que concentra el “relato” de la historia de la ciudad de Madrid desde su elección como capital. Ana Botella ha destacado el esfuerzo realizado por el Ayuntamiento para acometer esta actuación, que ha supuesto este año una inversión de 1,1 millones de euros.

Tres áreas temáticas:

El discurso expositivo del museo ha quedado articulado en tres grandes áreas temáticas, la primera de ellas denominada “Madrid, Villa, Corte y capital de dos mundos”, que comprende desde el establecimiento de la Corte hasta el siglo XVIII y muestra la ciudad del Antiguo Régimen como centro decisorio del imperio de los Austrias. La siguiente es “Madrid, Centro ilustrado del poder”, que abarca todo el siglo XVIII hasta la Guerra de Independencia, y la tercera “Madrid, El sueño de una ciudad nueva”, que acoge el siglo XIX hasta el estallido de la primera Guerra Mundial.

Las “estrellas” del Museo:

Este recorrido está sustentado en las colecciones que posee el museo: pinturas, estampas, dibujos, fotografías y postales, porcelanas, abanicos, entre otros, que muestran la evolución histórica y urbanística de la ciudad, las artes, la vida cotidiana y las costumbres de los madrileños. Entre las obras maestras que se pueden admirar en el Museo, que según Botella hará de él un “éxito”, figuran la colección de Porcelana del Buen Retiro, la de cartografía histórica y una importante representación de la “Escuela pictórica madrileña del siglo XVII”. De sus paredes cuelga la Alegoría de la Villa de Madrid, de Francisco de Goya; y también pueden verse el Modelo de Madrid, de León Gil de Palacio; el conjunto de la casa de Ramón de Mesonero Romanos, los objetos del taller del artista José Gutiérrez Solana o la colección de fotografías históricas, entre otras piezas únicas.

Además del Archivo de la Villa de Madrid, la exposición se nutre de piezas aportadas por otras instituciones, como el Museo Nacional del Prado, el Museo Arqueológico Nacional, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y el Ministerio de Defensa. El nuevo Museo de Historia es también el principal centro de documentación de la memoria de nuestra ciudad, en el que se está llevando a cabo la digitalización y el catálogo informatizado para que sus fondos puedan ser vistos desde cualquier lugar del mundo.

IMAGEN: El Museo de Historia (antiguo Hospicio de Madrid y posteriormente Museo Municipal). EFE/Archivo