Un mapa interactivo elaborado por arqueólogos e investigadores en diversos campos ofrece a través de un portal web la posibilidad de rastrear más de doscientas piedras sagradas en la provincia de Huesca vinculadas a tradiciones y ritos que sólo permanecen en la tradición oral.
Canal Patrimonio
El proyecto, abierto a nuevas incorporaciones, ha sido presentado en el Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA) por uno de sus coordinadores, el investigador y etnógrafo Ángel Gari, quien se ha referido a las dificultades metodológicas iniciales para elaborar un mapa de carácter pionero sobre el que no hay precedentes. Esta iniciativa, abierta a investigadores pero también al público en general a través de la página web “piedras-sagradas.es”, surgió en el coloquio internacional “Sacra Saxa, Creencias y Ritos en Peñas Sagradas”, celebrado en la capital altoaragonesa en noviembre de 2016.
Aunque el origen de las “sacra saxa”, o peñas sagradas, se pierde en la noche de los tiempos, su carácter sagrado, mágico o sobrenatural ha trascendido el paso de los siglos y ha permanecido vinculado a leyendas y ritos que sólo se transmiten a través de la tradición oral. Dólmenes, altares rupestres, santuarios, abrigos, cuevas, rocas que asemejan formas diversas para el ojo de quien las mira (pareidolias), túmulos o piedras fecundantes son algunos de los elementos que describe el portal. La página ofrece un completo catálogo de todas las peñas sagradas conocidas en la provincia de Huesca y aporta información precisa sobre su ubicación, así como datos históricos y antropológicos, que se ven completados con más de 1.500 fotografías y catorce vídeos.
La información no se detiene en los elementos considerados como piedras sacras, sino que analiza también el entorno natural o urbano el que se encuentra, que, a juicio de los investigadores, “otorga la verdadera dimensión” del momento en el que fueron concebidos. En la clasificación encontramos desde espacios sacralizados (dólmenes o ermitas y santuarios rupestres) a piedras fecundantes en forma fálica o de útero, que debían ser tocadas por las mujeres para ser fértiles; pasando por funerarias, rituales, pedagógicas, miméticas (pareidolias), curativas, para alejar el mal o adivinatorias, que al ser golpeadas emitían sonidos que debían ser interpretados.
Los investigadores aportan, además, datos, a menudo incompletos, de las leyendas asociadas a cada uno de los espacios o piedras, recuperadas de la tradición oral y en su mayoría inéditas. “Somos conscientes -asegura uno de los investigadores del grupo, José Miguel Navarro- que las personas que fueron protagonistas de este capítulo son las últimas guardianas de esa sabiduría” y por tanto, “queda muy poco tiempo -cinco años, quizá diez” para recoger estas leyendas de quienes las conocen de primera mano. Por su parte, Ángel Gari apuntaba que todavía queda “trabajo de campo” por realizar para incorporar “nuevos elementos importantes, con una función mágica o religiosa”, entre otros, señalaba, los montes de Oturia y Alfa, y, quizá, el Turbón. Junto a las aportaciones de Ángel Gari y José Miguel Navarro, la página web incorpora las de otros investigadores vinculados al proyecto como Josefina Roma y Eugenio Monesma. EFE
IMÁGENES: Imagen de la nueva web presentada en el Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA) y fotografía facilitada por el centro del investigador José Miguel Navarro durante la presentación. EFE