El objetivo de la iniciativa es crear un esquema integral para la preservación de este tipo de patrimonio cultural, que tiene en cuenta el vínculo y la capacitación de la población cercana a los sitios en los que se encuentran estas manifestaciones gráficas rupestres.

Canal Patrimonio_INAH

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Dentro del Programa Nacional de Conservación de Manifestaciones Gráfico Rupestres, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) impartió en Mexicali, Baja California, una serie de talleres infantiles para que este sector de la población conociera, identificara y comprendiera la historia de sitios cercanos a su hogar, como El Vallecito, donde hay decenas de figuras plasmadas sobre la superficie de las rocas, dentro de una extensión de 200 hectáreas, en la Sierra de Juárez.

Un programa integral de preservación, desarrollado a través del área de Conservación Arqueológica, de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, que contempla varias líneas de acción que van desde la intervención directa con trabajos de conservación y restauración en las manifestaciones gráfico rupestres (pintura rupestre, petrograbados y geoglifos), hasta la investigación aplicada y el trabajo con la población.

En este sentido, desde hace 20 años el INAH ha desarrollado un trabajo permanente de vínculo con las comunidades para reforzar el mantenimiento de los sitios, mediante talleres de educación para la conservación. Igualmente, se ha promovido entre la población la creación de grupos coadyuvantes que participan directamente en la protección de los lugares con manifestaciones gráfico rupestres en diferentes estados de la República. “Los talleres que desarrollamos van desde nivel infantil hasta especializados. Son importantes porque la sociedad en general sabe poco de este tipo de manifestaciones y cuando los sitios son visitados, el desconocimiento provoca daños como el grafiteo”, explican los responsables del INAH.

Diferentes niveles de atención:

El Programa Nacional de Conservación de Manifestaciones Gráfico Rupestres ofrece diferentes niveles de atención de este tipo de patrimonio: la emergente atiende los vestigios que sufren deterioro por algún evento inesperado (cambio climático, tormentas tropicales, incendios, sismos); otro es el programado y formalizado, que se enfoca a varios lugares con una visión más amplia y de conservación integral.

Esta iniciativa ha permitido sistematizar los trabajos para una atención más efectiva. Ahora se cuenta con una mejor base de datos de los sitios que se atienden y un banco de materiales para el estudio y análisis de los procesos de alteración; además de prestar apoyo en la formación de los grupos de voluntarios.

Otros proyectos que se desarrollan actualmente son los de El Ocote, en Aguascalientes, y el de El Vallecito, ambos iniciados el año pasado; este último sitio se encuentra al norte, casi en la frontera con Estados Unidos, está abierto al público y se han hecho trabajos de conservación, conjuntamente con personal de la zona y las comunidades cercanas.

 

IMAGEN: Fotografía facilitada por el INAH de una de las manifestaciones gráficas rupestres a las que atiende el programa de conservación.