Poco a poco el enigma adquiere forma y sentido. Restauradores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) aportan sus conocimientos para reconstruir la historia de Pui-Em-Ra, “El que está en el Sol”, el tercer personaje más poderoso del imperio egipcio durante su época de mayor esplendor, cuando sus fronteras iban desde la actual Siria hasta la cuarta catarata del Nilo, en lo que hoy es Sudán.

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Junto con arquitectos y egiptólogos de otras latitudes, especialistas de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del INAH reconstruyen la vida del segundo sacerdote del dios Amón que quedó grabada hace 3.500 años en dinteles, frisos y jambas de su monumento funerario, más conocido como la Tumba Tebana 39 (TT39), en la zona de Assasif, en la ciudad egipcia de Luxor. Dulce María Grimaldi y Patricia Meehan, restauradoras perito de la CNCPC, junto con otros especialistas, han reintegrado al menos 200 fragmentos de relieves en los que se narra la vida y obra de Pui-Em-Ra, sacerdote que también sirvió a la reina Hat-Shep-Sut y a su sucesor, Tutmosis III (1479-1425 a.C.), considerado el más grande faraón del antiguo Egipto.

La tarea también avanza con otros fragmentos conservados en más de una decena de cajas, que en temporadas previas fueron agrupados bajo diversos criterios. La metodología se basó en buena medida en los extraordinarios dibujos que el explorador Norman de Garis Davies y su esposa Nina realizaron de este monumento a inicios del siglo XX. Patricia Meehan explica que esta labor consistió en marcar las zonas perdidas y buscar entre los fragmentos aquellos correspondientes a tales áreas. A la reconstrucción ayuda su clasificación temática: los que representan partes del cuerpo u ofrendas, los que poseen líneas o jeroglíficos, y por colores, aunque a lo largo de tres milenios los tonos se han modificado en algunas zonas. Todos estos elementos se limpian, registran, se les fija el color y son colocados de nuevo en su lugar original, para después volverlos a registrar in situ.

Durante la novena temporada de campo buena parte de los trabajos se enfocaron en la cámara norte de la TT39, donde se llevó a cabo la reconstrucción geométrica del muro oeste. Este muro contó con una puerta falsa que le fue obsequiada a Pui-Em-Ra por parte del faraón Tutmosis III. Ahora se encuentra en el Museo de El Cairo y es una de sus diez piezas principales. Ahora se estudia diseñar una réplica para colocarla en el espacio que originalmente ocupó en la Tumba Tebana 39.

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Reconstrucción de accesos perdidos

Otra de las metas del equipo mexicano durante la temporada de trabajo desarrollada durante cuatro semanas a finales de 2014, fue el análisis físico de las puertas de las cámaras sur y norte, por lo que también se seleccionaron fragmentos de dinteles, frisos y jambas para armar esos accesos que están prácticamente perdidos. La restauradora comenta que en esta parte hubo un diálogo estrecho con la egiptóloga Gabriela Arrache Vértiz, directora del Proyecto TT39, en el análisis de los jeroglíficos que, al parecer, apuntaban en direcciones contrarias para conformar un discurso que el propio Pui-Em-Ra quiso dejar para asegurar el paso de su Ba (el alma) “al más allá”. Algo inédito en monumentos funerarios del antiguo Egipto.

En la cámara norte está detallada una procesión, explica Gabriela Arrache. “Fue interesante descubrir que mientras en una pared estaba descrito el viaje que hizo Pui-Em-Ra a Abidos (un destino de peregrinaje al que se debía ir por lo menos una vez en la vida), en otra está detallado el regreso que ese mismo personaje hizo desde ese lugar”. Parte de esta sección donde está narrado dicho retorno quedó oculta por la puerta falsa que le obsequió Tutmosis III. Aunque permaneciera escondida a la vista, para el sacerdote fue importante conservar esta sección, pues con ello aseguraba su arribo “al más allá”.

Por su parte, la restauradora Dulce María Grimaldi analizó las huellas de deterioro en la tumba y las transformaciones en los pigmentos, derivadas de los diferentes usos que ha tenido este espacio. En ese sentido, realizó pruebas con materiales de conservación para comprobar su estabilidad bajo ciertas condiciones. Gabriela Arrache considera que tras su apertura, prevista en cuatro años, la Tumba Tebana 39 será de las más visitadas, porque su rica iconografía ofrece un panorama de la vida en el antiguo Egipto, desde la obtención del papiro y el vino, a la de los peces; además de narrar las glorias de su morador, Pui-Em-Ra, como la construcción de los obeliscos y las capillas de Karnak.

 

IMÁGENES: Restauradores del INAH aportan sus conocimientos para reconstruir la historia de Pui-Em-Ra, “El que está en el Sol”, el tercer personaje más poderoso del imperio egipcio durante su época de mayor esplendor. Sociedad Mexicana de Egiptología.