El director del conjunto arqueológico cordobés de Medina Azahara, el arqueólogo Alberto Montejo, cree que la posible inclusión de este yacimiento como Patrimonio de la Humanidad impulsará su preservación para las generaciones futuras.
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Montejo ha señalado a Efe, en vísperas de conocer este fin de semana la decisión de la Comisión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco sobre la inclusión del conjunto, que Medina Azahara es un patrimonio “vivo, en continuo desarrollo” porque solo se ha descubierto un 10 por ciento de la que fuera “la ciudad brillante” de Al- Ándalus. “Nosotros sentaremos las bases y debemos equivocarnos lo menos posible” porque “las futuras generaciones serán las que mantengan viva esta maravilla arqueológica mundial”, ha dicho Montejo.
El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) ha emitido una evaluación favorable sobre el proyecto cordobés, aunque también ha dado recomendaciones como la recogida de los atauriques (arabescos) y la conservación de los pavimentos originales. En septiembre comenzarán los trámites necesarios para el apantallamiento vegetal que oculte las viviendas ilegales construidas en torno al yacimiento, pues antes se estudiarán las especies arbóreas para no perjudicar los restos arqueológicos, según Montejo.
Con respecto al conocido como Salón Rico, la estancia donde el califa recibía a los embajadores de todo el mundo, cerrado al público de 2009, Montejo ha indicado que están “pendientes de trámites administrativos”. “Al Salón Rico le falta una cuarta parte” para poder abrirse al público, “tan solo el área trasversal de la entrada está pendiente de reponer el pavimento”, y “realmente son trámites administrativos los que quedan pendientes”, ha afirmado Montejo, quien se ha mostrado optimista ahora que la Unesco ha centrado el foco en Medina Azahara.
La rescisión del contrato con la empresa encargada de arreglar las humedades, el pavimento y restituir los atauriques (arabescos) “está bastante avanzada” y la organización World Monuments Fund contribuirá a financiar la segunda fase junto a la Junta de Andalucía, por lo que “en septiembre tendremos seguro noticias concretas”. La preservación del conjunto arqueológico se desarrolla en paralelo a la investigación sobre el mismo.
Actualmente, científicos alemanes estudian la Plaza de Armas de más de 17 metros cuadrados del pórtico y una de las últimas conclusiones sobre la ciudad palatina es que “no fue una construcción única”, si no que “hubo una Medina Azahara primigenia a la que se fueron sumando edificaciones hasta llegar a la planta que conocemos actualmente” y que, además, solo está a la luz un 10 por ciento de toda su extensión, que alcanza hasta 115 hectáreas.
“Medina Azahara es un patrimonio vivo, de generaciones pasadas, presentes pero también futuras” ha insistido el arqueólogo cordobés quien, desde que se incorporó hace poco más de un año a la dirección, ha experimentado cómo “el interés de centros de investigación y universidades de todo el mundo no para de crecer” porque la ciudad palatina “tiene muchas de las claves para entender uno de los periodos históricos más significativos de la historia de la Península Ibérica”.
IMÁGENES: 1. El director del conjunto arqueológico cordobés de Medina Azahara, el arqueólogo Alberto Montejo, posa en el yacimiento.EFE