ES*  Edificio histórico como pocos en Valladolid, el Colegio de San Gregorio se completó a partir del siglo XIX como museo, albergando una de las colecciones más importantes de la rica escultura española.

PT*  Edifício histórico como poucos em Valladolid, o Colegio de San Gregorio ganhou a configuração que apresenta nos dias atuais em 2006 e foi a partir do século XIX que passou a funcionar como museu para abrigar uma das coleções mais importantes da rica escultura espanhola.

Fachada principal del Colegio de San Gregorio. Foto: Jose Luis Filpo Cabana (CC BY 3.0)

Canal Patrimonio Flumen Durius

ES* El Colegio de San Gregorio fue fundado en 1487 gracias al padre dominico Alonso de Burgos, obispo de Palencia, canciller mayor, capellán y confesor de la reina Isabel la Católica. El Colegio, que físicamente está unido al convento de San Pablo se advocó a San Gregorio con el fin de enseñar Teología, contando con patronato real. Numerosos personajes importantes de la época pasaron por estas aulas, como Luis de Granada, Bartolomé de las Casas, Domingo de Soto o Francisco Vitoria. Fue lugar de celebración de debates famosos, entre ellos en el que se discutió si eran apropiadas las obras de Erasmo en España, o aquel levantado a petición de Carlos V sobre los derechos de los indígenas en América.

Durante el siglo XVIII, con la llegada de la Ilustración y la oposición de los Borbones al poder de los colegios, San Gregorio perdió su influencia y esplendor de sus orígenes, y vio su final en el siglo XIX, con la ocupación de los franceses durante la Guerra de la Independencia y la Desamortización de Mendizábal. El Colegio fue usado como instituto, universidad y Delegación de Hacienda hasta que pasó a ser la sede del Museo Nacional de Escultura en 1933.

El edificio en sí es una obra del siglo XV cuyo autor permanece en el anonimato. De un estilo de transición entre lo medieval y lo moderno, es un edificio hispano-flamenco en el que intervinieron Juan Guas, Simón de Colonia, Gil de Siloé, Juan de Aranda y Bartolomé de Solórzano. La obra cuenta con influencias burgalesas y toledanas, y se pueden apreciar elementos mudéjares y renacentistas. La organización gira en torno a dos patios que separan la zona religiosa -con el convento de San Pablo y la capilla- a la izquierda, y la zona del colegio a la derecha. El colegio se divide siguiendo la tipología universitaria, con las dependencias repartidas alrededor de un patio de dos alturas ornamentadas con tracería plateresca. Del interior cabe destacar también su escalera, decorada con tracería gótica, almohadillado renacentista, y cubierta de artesonado mudéjar.

Fachada-retablo

Pero sin lugar a dudas, el elemento más característico e importante del Colegio San Gregorio es su fachada de tipo retablo. La puerta de madera rectangular se encuentra cobijada por un arco carpanel lleno de roleos con la flor de lis en su interior y encima otro arco conopial ornamentado con tracería gótica. En el tímpano se encuentra un mediorelieve con fray Alonso arrodillado entregando a San Gregorio el edificio, acompañados de Santo Domingo de Guzmán y San Pablo, todos sobre un fondo de flores de lis. Flanquean la entrada varias figuras de salvajes, algunos portando escudos. Sobre los arcos se desarrolla el retablo en sí, dividido en dos cuerpos y tres calles, siendo la central más ancha y ocupando dos cuerpos. Las calles laterales siguen el mismo esquema, con tenantes que portan el escudo heráldico de Alonso de Burgos con su flor de lis en el cuerpo inferior y maceros en el cuerpo superior. En la calle central se despliega el Árbol de la Vida, un granado cuyas ramas se abren por toda la calle y que nace de la Fuente de la Vida, rodeado por niños que juegan, lo que refuerza la simbología de los estudios teológicos del lugar. Sobre el árbol se alzan dos enormes leones rampantes que sujetan un gran escudo con la heráldica de los Reyes Católicos, rematado por una corona y un águila mirando al frente.

Detalle de la fachada con el escudo del obispo de Palencia. Foto: Queninosta (CC BY-SA 3.0)

El resto de la fachada se encuentra ornamentado con tracerías góticas, elementos vegetales, caballeros y salvajes. Fue declarado BIC el 18 de Abril de 1884.

Museo

El Museo Nacional de Escultura, por su parte, fue fundado en 1842 a raíz de la Desamortización de Mendizábal de 1836 que se llevó a cabo en diversos monasterios y conventos del país. Debido a esto se nacionalizaron cuantiosos bienes que pasaron a la tutela del Estado y de esta manera nacieron numerosos museos a lo largo y ancho de España para guardar estas obras y mostrarlas al público, destacando especialmente los Museos Provinciales de Bellas Artes. En Valladolid fue instalado originalmente en el Colegio de Santa Cruz en 1842, para ser trasladado parcialmente en 1879, creando el Museo Provincial de Antigüedades (actualmente el Museo de Valladolid). La supervivencia del museo llegó a peligrar durante el siglo XIX, y debe su existencia al esfuerzo de sus responsables: Martí y Monsó, Pedro González y Juan Agapito y Revilla.

El museo empezó su auge en el siglo XX, cuando pasó a ser un foco de visita para eruditos y amantes del arte, y el Centro de Estudios Históricos se interesó por sus piezas. 1933 es una fecha decisiva para su historia, pues el Gobierno de la II República decidió conceder el nivel de Nacional al museo, que adquirió su nombre definitivo: Museo Nacional de Escultura, con el fin de enriquecer el patrimonio español, estudiarlo y promoverlo. Se trasladaron los bienes al Colegio de San Gregorio y se aumentó la colección con obras del Museo del Prado, además de exponerlo siguiendo un modelo museístico moderno con instalaciones avanzadas diseñadas por Emilio Moya y Constantino Candeira.

El sacrificio de Isaac, de Alonso Berruguete. Foto: Locutus Borg (CC BY-SA 3.0)

Durante la postguerra el museo sufrió el aislamiento internacional y el atraso cultural que caracterizó a la Dictadura, y fue brevemente denominado como Museo Nacional de Escultura Religiosa. En los años 70 aumentó su calidad expositiva en todos los sentidos, y atrajo a cineastas como Orson Welles para rodar largometrajes y películas.

Con la llegada de la democracia y la creación del Ministerio de Cultura, la Ley de Patrimonio Histórico y el Reglamento de Museos se decidió reformar íntegramente al Museo Nacional para mejorar el espacio y dotarlo de los avances técnicos. Así pues, en 1982 comenzó la gran reforma con el traslado de las obras al Palacio de Villena, que serviría de sede hasta que el Colegio de San Gregorio estuviera plenamente reformado. Las obras se iniciaron en 2001 de la mano del grupo de arquitectos Nieto y Soberano, y se concluyó cinco años después, en 2006, con un resultado final que le valió el Premio Nacional de Conservación y Restauración de Bienes Culturales en 2007.

Además del Colegio San Gregorio, que es la sede principal del Museo, forman parte del mismo dos edificios más: la Casa del Sol, donde se exponen las copias de obras de la Antigüedad Clásica realizadas entre los siglos XIX y XX y el Palacio de Villena, donde se realizan grandes exposiciones de manera periódica.

Respecto a la colección, en el Museo Nacional de Escultura se disponen las mejores obras de la escultura española de los siglos XV a XVIII, la Edad de Oro donde predominan sobre todo obras de temática religiosa de gran calidad y normalmente de gran patetismo. Son piezas variadas que van desde los retablos, las sillerías, las figuras o los relieves, entre otros, realizadas con madera diversa, normalmente policromada, y realizada por los mejores artistas del momento: Gregorio Fernández, Alejo de Vahía, Felipe Bigarny, Alonso Berruguete, Juan de Juni, Pompeo Leoni, Alonso Cano, Pedro de Mena, Martínez Montañés, Carmona, etc.

La colección se dispone en 20 salas con las obras más importantes de su colección, además de la Capilla y la sala de Pasos Procesionales. Aunque el recorrido es un tanto incómodo, al tener que subir desniveles y atravesar en ocasiones el patio, la calidad de la colección lo compensa con creces.

Representación anónima de La Piedad. Foto: Concierge.2C (CC BY-SA 3.0)

PT*  O Colegio de San Gregorio foi fundado em 1487 graças ao padre domínico Alonso de Burgos, bispo de Palencia, chanceler maior, capelão e confessor da rainha Isabel La Católica. O Colegio, que fisicamente está unido ao convento de San Pablo, passou a ser chamado San Gregorio com a finalidade de ensinar Teologia, contando com patrocínio real. Numerosos personagens importantes da época passaram por suas salas de aula, como Luis de Granada, Bartolomé de las Casas, Domingo de Soto e Francisco Vitoria. Foi lugar de celebração de debates famosos, dentre eles o que se discutiu se eram apropriadas as obras de Erasmo na Espanha, ou a discussão provocada sob ordem de Carlos V referente aos direitos dos indígenas na América.

Durante o século XVIII, com a chegada da ilustração e a oposição dos Borbones ao poder dos colégios, San Gregorio perdeu a sua influência e o esplendor das suas origens, e viu seu final no século XIX, com a ocupação dos franceses durante a Guerra da Independência e a Desamortização de Mendizábal. O Colégio foi usado como instituto, universidade e Delegação da Fazenda até que passou a ser sede do Museo de Escultura, em 1933.

O edifício em si é uma obra do século XV cujo autor permanece no anonimato. De um estilo de transição entre o medieval e o moderno, é um edifício hispano-flamenco no qual intervieram Juan Guas, Simón de Colonia, Gil de Siloé, Juan de Aranda e Bartolomé de Solórzano. A obra conta com influências burgalesas e toledanas e se podem apreciar elementos mudéjares e renascentistas.

Está organizado em dois pátios que separam a zona religiosa com o convento de San Pablo e a capela, à esquerda, e a zona do colégio, à direita. O Colégio divide-se a seguir a tipologia universitária, com as dependências repartidas ao redor de um pátio de duas alturas ornamentadas com traceria plataresca. Do interior cabe destacar também sua escada, decorada com traceria gótica, almofadado renascentista e cobertura de artesoado mudéjar.

Busto del joven rey Carlos I, futuro emperador Carlos V. Foto: Rowanwindwhistler (CC BY-SA 3.0)

Fachada-retábulo

Mas sem sombra de dúvidas, o elemento mais característico e importante do Colegio San Gregorio é a sua fachada de tipo retábulo. A porta de madeira retangular encontra-se protegida por um arco carpanel cheio de tondos com a flor de lis em seu interior e em cima outro arco conopial ornamentado com traceria gótica.

No tímpano encontra-se um meio relevo com frei Alonso ajoelhado a entregar a San Gregorio o edifício, acompanhados de San Domingo de Guzmán y San Pablo, todos sobre um fundo de flor de lis. Ladeiam a entrada várias figuras selvagens, algumas portando escudos. Sobre os arcos se desenvolve o retablo em si, dividido em dois corpos e três ruas, sendo a central mais larga, a ocupar dois corpos. As ruas laterais seguem o mesmo esquema, com esculturas que portam o brasão de Alonso de Burgos com sua flor de lis no corpo inferior e soldados com maças no corpo superior. Na rua central se apresenta a Árvore da Vida, uma pé de romã cujos ramos abrem-se por toda a rua e que nasce da Fonte da Vida, rodeada por crianças que brincam, o que reforça a simbologia dos estudos teológicos do lugar. Sobre a árvore se alçam enormes leões rampantes que sustentam um grande escudo com o brasão dos Reis Católicos, arrematado por uma coroa e uma águia olhando de frente.

O resto da fachada é ornamentado com tracerias góticas, elementos vegetais, cavalheiros e selvagens. O Colegio foi declarado Bem de Interesse Cultural no dia 18 de abril de 1884.

Museu

O Museo Nacional de Escultura, por sua parte, foi fundado em 1842, em função da Desamortização de Mendizábal, em 1836, que se deu em diversos monastérios e conventos do país. Devido a isso, foram nacionalizados valiosos bens que passaram à tutela do Estado e dessa maneira nasceram inúmeros museus ao longo de toda Espanha para guardar essas obras e exibí-las ao público, destacando especialmente os Museus Provinciais de Belas Artes. Em Valladolid foi instalado originalmente no Colegio de Santa Cruz, em 1842, para ser trasladado parcialmente em 1879, criando o Museu Provincial de Antiguidades (atualmente Museo de Valladolid).

Piedad de Pedro Berruguete.

O Museo teve seu auge no século XX, quando passou a ser um foco de visita para eruditos e amantes da arte e o Centro de Estudos Históricos interessou-se por suas obras. O ano de 1933 é decisivo para a sua história, pois a II República decidiu concedê-lo o nível de Nacional. A partir daí, adquiriu seu nome definitivo: Museo Nacional de Escultura, com o objetivo de enriquecer o património espanhol, estudá-lo e promovê-lo. Se trasladaram os bens para o Colegio San Gregorio e aumentou-se a coleção com obras do Museu do Prado, além seguir um modelo de museu moderno com instalações avançadas desenhadas por Emilio Moya e Constantino Candeira.

A coleção dispõe de algumas das melhores obras da escultura espanhola dos séculos XV a XVIII, a Idade de Ouro, onde predominam sobretudo obras da temática religiosa de grande qualidade e normalmente de cenas trágicas. São peças variadas que vão desde os retablos, os cadeirais, as figuras ou os relevos, dentre outros, realizadas com madeiras diversas, normalmente policromadas e realizadas pelos melhores artistas do momento: Gregorio Fernández, Alejo de Vahía, Felipe Bigarny, Alonso Berruguete, Juan de Juni, Pompeo Leoni, Alonso Cano, Pedro de Mena, Martínez Montañés, Carmona etc.

Durante o período pós-guerra o Museu sofreu o isolamento internacional e o atraso cultural que caracterizou a Ditadura e foi brevemente denominado como Museo Nacional de Escultura Religiosa. Nos anos 1970, aumentou a sua qualidade de exposições em todos os sentidos e isso atraiu cineastas como Orson Welles para filmar longas metragens.

Com a chegada da democracia e a criação do Ministério de Cultura, a Lei de Património Histórico e o Regulamento de Museus, decidiu-se reformar integramente o Museu Nacional para melhorar o espaço e dotá-lo de avanços técnicos. Em 1982 começou o traslado das obras ao Palácio de Villena, que serviria de sede até que o Colegio de San Gregorio estivesse plenamente disposto. A reforma iniciou-se em 2001 pelas mãos do grupo de arquitetos Nieto y Soberano, e foi concluída cinco anos depois, em 2006, com um resultado final que em 2007 lhe valeu o Premio Nacional de Conservación y Restauración de Bienes Culturales.

Além do Colegio San Gregorio, que é a sede principal do Museu, também formam parte os seguintes edifícios: a Casa del Sol, onde estão expostas as cópias de obras da Antiguidade Clássica realizadas entre os séculos XIX e XX e o Palácio de Villena, onde são realizadas grandes exposições periodicamente.

A coleção fixa ocupa 20 salas com as obras mais importantes, além da Capela e da sala de Passos Processionais. Ainda que o percurso seja um tanto incômodo, uma vez que demanda subir desníveis e atravessar em ocasiões o pátio, a qualidade da coleção vale a pena.

Visita

Pode-se visitar de terça a sábado, das 10 às 14h, e das 16h às 19h30. Aos domingos e feriados, abre somente pela manhã. O valor das entradas é de 3 euros de forma geral e 1,50 a tarifa reduzida. Aos sábados, a entrada é gratuita à tarde e aos domingos, entre os dias 18 de abril e 18 de maio, e entre 12 de outubro e 6 de dezembro.