ES* ¿Un templo danzando al ritmo sinuoso del Duero? Así es la peculiar planta de la iglesia de San Miguel Arcángel de Almazán, adaptada a la curva del río a su paso por la ciudad.

PT* Um templo dançando ao ritmo sinuoso do Douro? Assim é a peculiar planta da igreja de San Miguel Arcángel de Almazán, adaptada à curva do rio em sua passagem pela cidade.

San Miguel se asoma al Duero desde las alturas. (Foto: Ayuntamiento de Almazán)

Canal Patrimonio_Flumen Durius

ES*  Aunque técnicamente es de planta basilical compuesta por tres naves, la mayor de ellas (la central) rematada por una cabecera en ábside semicircular y las otras dos acabadas exteriormente en testeras planas, lo cierto es que la iglesia consagrada a San Miguel Arcángel en la localidad soriana de Almazán llama la atención, entre otras muchas cosas, por acoplarse al cauce del río rompiendo la académica simetría que rige la estructuración de naves y pilares.

Dejando a un lado interpretaciones simbólicas, esta peculiar curvatura entre el presbiterio y los pies del templo se debe realmente a su necesaria adaptación a la ladera que forma el Duero por el costado septentrional, denunciando una falta de previsión topográfica en el trazado del perímetro.

Planta de la iglesia de San Miguel con su peculiar ‘corrección’ estructural. (Fuente: Románico Digital)

Se trata de uno de los edificios más notables y enigmáticos del románico soriano, con influencias estilísticas galaicas y leonesas, y otras más exóticas de probable raigambre cordobesa. Hoy en día, liberada de múltiples añadidos postmedievales que la envolvían, se la puede admirar presidiendo la Plaza Mayor de la localidad, entre el Ayuntamiento y la magnífica fachada renacentista del palacio de los Hurtado de Mendoza.

En cuanto a su estructura, como ya queda dicho, cuenta con tres naves, llamativamente más ancha la central que las laterales. Éstas se cubren con bóvedas de cañón apuntado de eje normal al del templo. Pese a la menor altura de los laterales, la iluminación de la nave central es indirecta, a través de vanos rasgados de medio punto abiertos en los muros laterales del templo. El resultado es un espacio lóbrego al que se quiso dotar de mayor luminosidad con un cimborrio octogonal de sillería, en cada uno de cuyos ocho lados se abren grandes arcos apuntados, interiormente doblados por otros lobulados y que finalmente acaban en minúsculos óculos. A ellos se suma una linterna octogonal abierta entre los nervios que aporta un poco más de luz. Este cimborrio representa, sin duda, el elemento más característico del templo.

Vista interna del cimborrio, con su linterna octogonal y los ocho óculos irregulares. (Foto: Diputación Provincial de Soria)

Escultura

Llama la atención la profusa decoración de los capiteles pinjantes sobre los que descansan los arcos de esta bóveda. Comenzando por el capitel-ménsula oriental que se corresponde con el eje longitudinal de la nave, y en el sentido de las agujas del reloj, nos encontramos en primer lugar con un curioso combate de caballeros montando sendas arpías masculinas, ambas enjaezadas. El siguiente capitel se decora con una pareja de híbridos de cuerpo de ave, largos cuellos inclinados de marcada espina dorsal y cabezas de felino, sobre fondo vegetal. Siguen cuatro capiteles vegetales de similar diseño los dos primeros y los dos segundos, entre los cuales se intercala otro figurativo mostrando una pareja de felinos devorando un cordero. El último capitel se orna con una pareja de aves de largos cuellos que podrían ser pelícanos.

En lo decorativo se evidencian dos facturas bien delimitadas: la primera sería la de un taller local compuesto al menos por dos artistas –uno de muy limitados recursos y otro de seco estilo aunque mejor dotado (arco triunfal)– actúa en la cabecera y capiteles de las naves. El otro equipo deja su huella en los capiteles del cimborrio y en el frontal de altar, aproximadamente hacia finales del siglo XII. Este último hereda la mejor corriente escultórica de raíces burgalesas que penetra en la provincia de Soria remontando el Duero y dejará sus más notables frutos en la sala capitular de la catedral de El Burgo de Osma.

Durante los trabajos de acondicionamiento de la capilla-nicho del lado del Evangelio, realizados en 1936, fue descubierto el magnífico frontal de altar. Labrado en un pequeño bloque de arenisca, los maltrechos relieves representan la escena del martirio de Santo Tomás Beckett por sicarios del rey de Inglaterra, Enrique II, en 1170. Al parecer, la devoción al mártir inglés en tierras castellanas (como muestra la iglesia dedicada al santo en Salamanca o una capilla en la Catedral de Toledo) se relaciona con un deseo de expiación por parte de la Corte, ya que la reina Leonor, esposa del Alfonso VIII, es hija del monarca que mandó asesinar a Santo Tomás.

Alzado lateral de San Miguel. (Fuente: Románico Digital)

Restauraciones

Volviendo a la estructura del templo, cabe señalar que la portada meridional es fruto de las distintas intervenciones postmedievales que hicieron desaparecer igualmente la portada occidental, si es que la hubo. De la primitiva portada norte del templo, hoy cegada, no quedan más que vestigios en el tramo medio. Eliminadas buena parte de las estancias adosadas por las sucesivas restauraciones, básicamente la de 1936, hoy sólo alteran el primitivo aspecto, además del moderno cuerpo occidental de la nave, del siglo XVIII, una capilla neoclásica abierta al norte, otra al sur y el pórtico meridional.

Vista nocturna, con la estatua del jesuíta Diego Laínez en primer plano. (Foto: Ayuntamiento de Almazán)

Cómo llegar

Almazán se sitúa al sur de la provincia de Soria. Desde Madrid se encuentra a 193 kilómetros yendo por la autovía A-2 hasta Medinaceli, donde se toma la A-15 en sentido Navarra por 42 kilómetros hasta llegar al destino. También se llega desde Zaragoza por la A-2 y desde Logroño, vía Soria, por la carreta N-111. Desde Valladolid se puede seguir la A-11 hasta el Burgo de Osma y de ahí continuar por la carretera CL-116, en un trayecto total de 201 kilómetros.

Para mayores informaciones sobre visitas y demás, se puede contactar con la Oficina de Turismo de la localidad en el número de teléfono 975 310 502 y consultar en la página web de la Diputación de Soria: http://www.sorianitelaimaginas.com/patrimonio/iglesia-de-san-miguel-almazan.

Vista desde el río del cimborrio de la iglesia y el palacio de los Hurtado de Mendoza, con el mirador en medio. (Foto: Ayuntamiento de Almazán)

Ainda que tecnicamente a igreja seja de planta basilical composta por três naves, a maior delas (central) arrematada por uma cabeceira em ábside semicircular e as outras duas acabadas exteriormente em testeiras planas, o certo é que a igreja consagrada a San Miguel Arcángel, na localidade de Almazán (província espanhola de Soria) chama a atenção, dentre outros pontos, por estar acoplada à bacia do rio, rompendo a académica simetria que rege a estruturação das suas naves e pilares.

Deixando de lado as interpretações simbólicas, essa peculiar curvatura entre o presbitério e os pés do templo deve-se realmente à necessária adaptacão da construção à passagem do Douro pela sua face norte, denuciando uma falta de previsão topográfica no traçado do perímetro.

Iglesia y Ayuntamiento, juntos en la Plaza Mayor. (Foto: Ayuntamiento de Almazán)

Trata-se de um dos edifícios mais notáveis e enigmáticos do românico soriano com influências estilísticas galaicas e leonesas e outras mais exóticas de provável origem cordobesa. Hoje em dia, liberada dos múltiplos elementos adicionados pós-medievais que a envolviam, pode-se admirá-la presidindo a Praça Maior da cidade, entre a municipalidade e a magnífica fachada renascentista do palácio dos Hurtado de Mendoza.

Quanto à estrutura, como já dicemos, conta com três naves, sendo a central claramente mais larga do que as laterais. Essas possuem abóbadas de canhão apontado de eixe normal ao do templo. Embora as naves laterais tenham menor altura, a iluminação da nave central é indireta, através de vãos rasgados de meio ponto, abertos nos muros laterais do templo. O resultado é um espaço escuro ao qual se quis dar uma maior luminosidade com um zimbório octagonal de pedras. Em cada um dos oito lados, abrem-se grandes arcos apontados, interiormente dobrados por outros lobulados e que finalmente acabam em minúsculos óculos. A eles soma-se uma lanterna octagonal aberta entre os nervuras, o que aporta um pouco mais de luz. Esse zimbório representa, sem dúvida, o elemento mais característico do templo.

Escultura

Chama a atenção a profusa decoração dos capitéis pingentes, sobre os quais descansam os arcos dessa abóbada. Começando pelo capitel mísula oriental que se corresponde com o eixe longitudinal da nave e, a partir de então, no sentido do relógio, encontra-se em primeiro lugar um curioso combate de cavaleiros com duas harpias masculinas seladas.

O seguinte capitel está decorado com dois híbridos de corpo de ave, largos pescoços inclinados de marcada espinha dorsal e cabeças de felino, sobre um fundo vegetal. Seguem quatro capitéis vegetais de similar desenho aos dois primeiros e aos dois segundos, entre os quais se intercala outro figurativo mostrando um casal de felinos devorando um cordeiro. O último capitel apresenta um casal de aves de largos pescoços que podem ser pelicanos.

Na decoração, estão evidenciados dois estilos bem definidos: o primeiro seria assinado por um atelier local composto por, pelo menos, dois artistas, um de recursos muito limitados e outro de estilo mais seco, embora melhor dotado (arco triunfal). A dupla atua na cabeceira e capitéis das naves. A segunda equipe deixa a sua marca nos capitéis do zimbório e na área frontal do altar, aproximadamente até finais do século XII. Esse último herda a melhor corrente escultórica das raízes burgalesas que penetram na província de Soria remontando o Douro e deixa seus mais notáveis frutos na sala capitular da catedral do Burgo de Osma.

Durante os trabajos de acondicionamiento da capela-nicho ao lado do Evangelho, realizados em 1936, foi descoberto o magnífico frontal do altar. Esculpido num pequeno bloco de arenisca, os deteriorados relevos representam a cena do martírio de São Tomás Beckett pelos capangas do rei da Inglaterra Enrique II, em 1170. Ao que parece, a devoção ao mártir inglês nas terras castelhanas (como mostra a igreja dedicada ao santo em Salamanca ou uma capela na Catedral de Toledo) está relacionada a um desejo de expiação por parte da Corte, já que a rainha Leonor, esposa de Alfonso VIII, é filha do monarca que mandou assassinar São Tomás.

Sección y alzado del templo, vistos desde los pies y desde la cabecera, respectivamente. (Fuente: Románico Digital)

Restaurações

De volta à estrutura do templo, é importante lembrar que a portada meridional é fruto das distintas intervenções pós-medievais que fizeram desaparecer igualmente a portada ocidental, se é que alguma vez ela existiu. Da portada norte original do templo, hoje fechada, restam nada mais que vestígios no tramo medio. Eliminada boa parte das estâncias adicionadas em sucessivas restaurações, basicamente a de 1936, hoje só alteram o primitivo aspecto, além do moderno corpo ocidental da nave, do século XVIII, uma capela neoclássica aberta ao norte, outra ao sul e o pórtico meridional.

Como chegar

Almazán está localizada ao sul da província espanhola de Soria. A partir de Madrid, está a 193 quilómetros seguindo pela autoestrada A-2 até Medinaceli, onde deve-se tomar a A-15 no sentido Navarra por 42 quilómetros até chegar ao destino final. Também pode-se chegar a partir da cidade de Zaragoza pela A-2 ou a partir de Logroño, via Soria, pela estrada N-111. A partir de Valladolid, pode-se seguir pela A-11 até o Burgo de Osma e daí continuar pela estrada CL-116, num trajeto total de 201 quilómetros.

Para visitas ou outras informações, contacte a Oficina de Turismo da localidade, no telefone +34 975 310 502 ou consulte o site da província de Soria: http://www.sorianitelaimaginas.com/patrimonio/iglesia-de-san-miguel-almazan.