Posibilitar que “Platero y yo”, su prosa poética, sus mensajes de denuncia social, deje las bibliotecas, las aulas y salga a la calle para hacerse música, a través de los distintos estilos que en ella se puede escuchar, es el objetivo del disco “Platero y nosotros”.

Canal Patrimonio_EFE

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El álbum sale a la venta esta semana a un precio de 9 euros. Al menos, así lo ha explicado  su productor musical, Jesús Cayuela, quien ha estado apoyado en la parte técnica por Fran Báñez. El disco hace uso del flamenco, el hip-hop, el rock, la música de autor o la sinfónica para trasladar al público en general “la reivindicación por lo espiritual frente al mundo material y la inteligencia frente a la terquedad de ese mundo que es constante en la vida y obra de Juan Ramón Jiménez”, ha señalado Cayuela.

“Todo ha venido rodado”, ha indicado, “las fuerzas universales se han unido, nadie ha puesto ninguna pega para colaborar con la iniciativa, y se han dejado llevar por lo que entraña el centenario de la primera publicación de la elegía andaluza de Juan Ramón Jiménez”. Y cuando dice nadie, se refiere a los artistas que, de manera altruista, han colaborado en hacer realidad este disco homenaje, entre ellos Carmen Linares, Arcángel, Argentina o el grupo moguereño Palo Dulce, en representación del mundo del flamenco; Visión Sonora, como exponente del rock; o Punto y final, del hip-hop. A ellos se suman la Orquesta Sinfónica de Bratislava, Flaco Rodríguez o Chez Luna o el propio Cayuela, con distintos estilos que han sabido plasmar en cada uno de los diez temas musicados que componen el trabajo discográfico, que incluye además otro más recitado por el director de la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, Antonio Ramírez Almansa.

Un disco universal:

Son once capítulos de “Platero y yo” -Darbón, La yegua blanca, Nostalgia, Amistad o Nocturno en Moguer, entre ellos- los que podrá disfrutar toda aquella persona que sienta la curiosidad de descubrir cómo suena la elegía en música de calle. Podrán comprobar, ha indicado el productor, cómo cada estilo musical se adapta al capítulo y sobre todo como ese crisol, por encima de todo, llama a la “espiritualidad”, a pasar por la vida con la preocupación principal de disfrutarla, más allá, de todo lo material. Es, en definitiva, según ha expresado el alcalde de Moguer, Gustavo Cuéllar, “un nuevo espacio eterno para Juan Ramón Jiménez, un nuevo estilo a la hora de representarse, el que marca la música”. El creador de la pureza en la naturaleza, en el amor, de obras que estaban a la vanguardia, que representaban el surrealismo dentro del realismo, tiene ahora su reflejo, según el primer edil, en “un disco universal en el estilo y en las formas, en un trabajo rompedor, que sorprende y sobre todo, eterno por la variedad, por el mestizaje y por la fidelidad a los principios del Nobel”.

Jesús Cayuela y Fran Báñez han realizado este trabajo, que sirve como colofón al centenario de “Platero y yo”, por amor al arte, de forma desinteresada para el disfrute del público, para contribuir a engrandecer, aún más si cabe, una obra que, tras la Biblia y El Quijote, es la tercera de la litera universal más traducida y que ahora, encuentra otro lenguaje, el musical, para volver a reintentares. EFE_Laura Ramírez

 

IMAGEN: Un grupo de visitantes en la Casa Museo de Zenobia-Juan Ramón Jiménez en Moguer (Huelva). EFE/Archivo