En el libro, editado por la Fundación Santa María la Real, el historiador Carlos J. Martínez Álava hace un repaso por los 12 testimonios más significativos del románico navarro, organizados en cinco rutas. Esta nueva guía se suma a una colección más amplia, dirigida especialmente a aficionados al románico o viajeros que disponen de un corto espacio de tiempo para visitar el territorio. Junto a Navarra, la Fundación ya ha publicado los títulos correspondientes a Ávila, Cantabria, Palencia, Soria y Zamora.

 

“La guía se basa en la información recopilada durante la elaboración de la Enciclopedia del Románico y se suma a otros títulos como Todo el Románico de Navarra”, explica Pedro Luis Huerta, coordinador de publicaciones en la Fundación Santa María la Real. “Para su elaboración hemos querido contar, como no podía ser de otro modo, con un buen amigo y colaborador, Carlos J. Martínez Álava, doctor en Historia del Arte y experto en el románico de Navarra, quien ya había participado en las dos publicaciones anteriores”.

Sin duda, lo más complicado, como siempre en estos casos, ha sido la elección de testimonios, dado que Navarra cuenta con un amplio catálogo de arte románico, “desde las cuencas del Pirineo hasta el Valle del Ebro”, precisa el autor, quien recuerda que la guía “Todo el románico de Navarra”, también escrita por él y editada por la Fundación, recopila más de 200 testimonios de este arte en la Comunidad.

Considera Carlos J. Martínez Álava y, así lo expone en el preámbulo, que “el románico navarro comienza en San Salvador de Leire”. A partir de ahí y al abrigo del Camino de Santiago, el románico de la Comunidad Foral se irá consolidando y expandiendo, tanto en enclaves urbanos como rurales.

Su evolución en el tiempo está marcada por la desaparición del que fue uno de sus monumentos más emblemáticos: la catedral de Pamplona junto con su iglesia, claustro y dependencias. “La arqueología nos ha ayudado a conocerla bien, también podemos acercarnos a sus restos en el Museo de Navarra o en diversos espacios de la catedral gótica”, comenta Carlos J. Martínez Álava. Pero para las personas que quieren visitar el “románico imprescindible” de Navarra estas piezas dispersas suponen un mayor detenimiento, un viaje en sí mismo”, concreta.

Por eso, la catedral no figura en las cinco rutas configuradas por el autor, que pretende acompañar al lector como una “voz cercana y familiar”, que le va guiando durante todo el recorrido. De su mano, podrá ir recorriendo Tudela y su catedral de Santa María, Yesa y el monasterio de San Salvador de Leire, la Iglesia de Sangüesa o Muruzábal con la ermita de Santa María de Eunate.

Así, uno a uno, hasta completar los doce testimonios, que se entrelazan en cinco rutas, a través de las cuáles, el autor aborda aspectos que ayudan a entender mejor el románico, desde “cómo se construían los edificios, a cuál era la base propagandística o la doctrinaria de las iconografías, la configuración general de los monasterios, el sentido último de los claustros, la incidencia de las reliquias y las peregrinaciones o el papel del botín de batalla en la financiación de las obras.

Los textos, sencillos y didácticos, están perfectamente ilustrados con imágenes. Además, la guía incluye un mapa para no perderse en cada una de las cinco rutas. “En fin, un buen catálogo de asuntos que va a enriquecer nuestras visitas en ese ámbito que nos interesa tanto: la educación permanente vinculada a un disfrute del ocio muy unido a la cultura. Puro románico, románico esencial”, concluye Martínez Álava.